ORACIÓN. "PROTECCIÓN DE MIS BIENES ESPIRITUALES Y MATERIALES”

ORACIÓN. "PROTECCIÓN DE MIS BIENES ESPIRITUALES Y MATERIALES”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED DOMINGO 26 JULIO DE 2009.

O R A C I Ó N


Que nuestros hijos sean como plantas, florecientes en plena juventud ; que nuestras hijas se asemejen a columnas esculpidas como las de un palacio. Que nuestros graneros estén repletos con productos de todas las especies; que nuestros rebaños se reproduzcan a millares en todas nuestras praderas. Que nuestros bueyes estén bien cargados, que no hayan brechas ni aberturas en los muros ni gritos de angustia en nuestras plazas. ¡ Feliz el pueblo que tiene todo esto, Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor ! Amen y amen… (Fragmentos del salmo 144)




C O M E N T A R I O

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Provocar una conversación con nuestro en Dios nos llena de mucha alegría y de mucha paz. Procuremos que nuestras oraciones sean continuas y frecuentes, pues con ello logramos mantenerrnos siempre en sintonía con la presencia del creador, con las enseñanzas de su palabra y con la cercanía tan grata de nuestro señor Jesús, hijo de Dios y señor nuestro. En la oración que hemos efectuado, le hemos solicitado humilde y respetuosamente a nuestro Dios trino ,que proteja a nuestras familias, a nuestros hijos, a nuestras posesiones, a nuestros bienes espirituales, tales como la paz, la alegría, la justicia, la verdad, la bondad, el recto proceder, el apego de nuestros pensamientos y actitudes a la palabra del señor, en fin que nos preserve de los malos caminos, de los malos ejemplos, de las equivocadas decisiones e iniciativas, que nos proteja de las tentaciones del maligno e igualmente que derrame sus bendiciones sobre nuestros bienes materiales, que no obstante ser fruto de nuestros esfuerzos y trabajos, tales bienes materiales, no se hubiesen logrado ni se hubiesen obtenido, si el señor no hubiera permitido que se crearen las condiciones para ello fuese posible, por otra parte si el señor no nos hubiere concedido fuerzas y salud suficiente, lo mismo que inteligencia, discernimiento y sabiduría, seguramente, no pudiéremos haber alcanzado los bienes materiales, la prosperidad y el éxito que disfrutamos hoy. Por eso agradecemos al señor cada día de nuestra vida, su infinita misericordia, su infinita gracia, su amor por nosotros y la poderosa protección que nos prodiga en la difícil pero alegre aventura del vivir. Ánimo, gozo, alegría...



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