LA NOTA CORTA. ¿ES BUEN NEGOCIO SER GENEROSO?

LA NOTA CORTA. ¿ES BUEN NEGOCIO SER GENEROSO?

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED VIERNES 31 JULI0 DE 2009.

Generalmente la mayor parte de nosotros pensamos y creemos que la generosidad consiste en auxiliar, apoyar, solidarizarse con los demás, mediante la entrega de cosas materiales, dinero y valores. Por supuesto que esta creencia es falsa. La generosidad más que la entrega de dinero, cosas, comida, ropa, etc. es la actitud, disposición e inclinación por el altruismo, por la solidaridad, o los que menos tienen o no tienen nada. Es reconocer la desgracia del prójimo, sus necesidades, sus carencias, sus penas, sus tristezas, sus enfermedades, sus problemas; en orden a querer auxiliarlos de algún modo. De manera que no existen excusas para no ser generoso, ya que no se necesita ser rico, tener bienes de fortuna, para mostrar nuestra generosidad con los demás. Se puede ser generoso con el prójimo cuando mostramos nuestra solidaridad en la desgracia que vive nuestro prójimo, alentándolo, llevándole un gesto y palabras de fortaleza, compartiendo con el su tristeza y su pena. A veces una palmadita en el hombro es más efectiva que todos los bienes que se le puedan aportar a una persona. La mayor parte de los problemas de los individuos no son materiales. Las sociedades actuales sufren más en sus sentimientos que por sus carencias. Lo material, las cosas, lo tangible, pueden ser recuperados, pero los sentimientos de culpa, de impotencia, de sufrimientos variopintos, la soledad, no se pueden solucionar con el dinero. Si los seres humanos fuésemos más comprensibles y generosos con los demás, el mundo sería distinto.

Por otra parte a la pregunta de si ser generosos es bueno o no, la afirmativa se impone. Es por eso que quien hace de la generosidad una práctica consustanciada con su diario vivir, con seguridad experimentará estados mentales y emocionales muy gratos, positivos, edificantes y llenos de grandes satisfacciones. Recordemos que por cada acto bueno, Dios lo centuplica en bendiciones espirituales y materiales para quien lo realiza. Por ello ser generoso si es negocio. Quien busca primero el reino de Dios, la justicia, la verdad, la solidaridad, la caridad, la reciprocidad y el bien común, todo lo demás le será dado por añadidura. Por el contrario ser omisivo, egoísta, mezquino y apático ante la tragedia de los demás, no promete un buen futuro. Así que a ser generosos nos llama la vida y la trascendencia del ser. Ánimo, gozo, alegría...

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