martes, 11 de noviembre de 2008

VÍDEO REFLEXIVO " NO LE TEMAS AL FUTURO ".COMENTARIO.

preoVÍDEO REFLEXIVO " NO LE TEMAS AL FUTURO " .COMENTARIO

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO .ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
GRABADO EN MIERCOLES 05 DE NOVIEMBRE DE 2008.
TRASLADO A LA RED MARTES 11 DE NOVIEMBREDE 2008.

El futuro es incierto por naturaleza, de allí que muchos hayan afirmado desde la época romana y más específicamente quienes estudiaron el tema de las obligaciones, en ese mundo complejo que ese la ciencia del derecho. Afirmaron que el futuro es doblemente incierto. La razón de ello es que en principio el futuro como tal es desconocido para todos, lo único que sabemos de él, es que llegará una vez que el presente se haya consumido o haya fenecido. De manera que los tiempos obedecen a un desarrollo propio: el pasado: son hechos cumplidos y que ya no se pueden modificar, el presente: que se refiere al hoy, al momento que estamos viviendo, en mi caso el momento en el cual estoy escribiendo este artículo, el futuro: está integrado por hechos, situaciones y circunstancias que no conocemos. Pero aquí los especialistas y juristas en el Derecho Romano hablaban de la situación referida al hecho de que es probable que para una persona determinada, ese futuro no llegue, porque en esa persona se podía haber cumplido el inexorable hecho de la muerte, es decir que no verá futuro porque habrá muerto. Esta manera gráfica de explicar la doble incertidumbre del futuro se puede reducir afirmando que el futuro es doblemente incierto, no sabemos si llegará y además no sabemos si llegará para nosotros. En el derecho romano está máxima o sentencia permitía la solución de engorrosos problemas relativos a la interrelación de sujetos de derecho. Excusándome con los lectores por la introducción técnica de que comentario. Pero debo agregar que a la fecha todavía esa doctrina, máxima o sentencia está vigente en la mayoría de los códigos civiles del mundo. De manera que se opone a lo que en principio afirmamos, en el sentido, de que el futuro siempre llegará. No obstante, los jurisconsultos romanos, sostenían otra opinión. Ellos aseguraban que probablemente el futuro ni siquiera llegue para nadie, en virtud de que también existe la posibilidad de un gran cataclismo que destruya totalmente el planeta. Frente a esta opinión y con el debido respeto que nos merecen estos cultores de la ciencia jurídica y además por la circunstancia de haber sido Roma la cuna del derecho, expreso mi disidencia, ya que aunque pudiera existir un cataclismo que acabe con el planeta tierra, no es menos cierto que este planeta pertenece a un sistema solar, y este a su vez forma parte una galaxia, lo mismo que existen infinidad de galaxias, lo que hace poco probable un cataclismo que acabe con todo el universo. En este peliagudo problema, resulta muy interesante y además aleccionadora la lectura del libro de apocalipsis que lo ubicamos en nuestra santa Biblia y a cuyo texto nos remitimos.
Por razones de espacio y como estrategia para no cansar, ni aburrir al lector, antes de que pudiera ver vídeo y analizarlo, diré que nosotros debemos vivir a plenitud el presente, ya que el futuro nos deparará sus propias situaciones, sus propios hechos, sus propios problemas y sus propias soluciones. La palabra de Dios es bien contundente y categórica cuando nos enseña que al día de hoy le bastan sus propios afanes y que el día de mañana traerá los propios afanes de ese día futuro y que en consecuencia no debemos preocuparnos por el futuro, ni temerle a su llegada, porque Dios que está siempre con nosotros, nos dará la suficiente fuerza, la suficiente sabiduría y discernimiento para enfrentar y a afrontar las cosas y situaciones que ese futuro traiga. Por otra parte si nos detenemos a examinar el vocablo preocupar, nos daremos cuenta que está integrado por dos partes: la primera de ellas es el término: " pre " y una segunda que se refiere a: " ocupar". Es decir que la persona que se preocupa, lo que hace en definitiva es ocuparse de lo que todavía no ha llegado, de lo que está por llegar, de lo que está en el porvenir. Ahora, resulta bien claro lo que los jurisconsultos romanos afirmaban respecto del futuro, acerca de su doble incertidumbre. Pero más importante que ello, es la propia palabra de Dios quien nos motiva y nos invita a vivir cada día en su plenitud, como que si fuese el último de nuestros días, ya que no sabemos cuál es el término de nuestra vida, ni cuándo ocurrirá, ni cómo ocurrirá, ni dónde ocurrirá. Por ello no hay que temer al futuro, antes por el contrario, debemos mantenernos esperanzados y optimistas por su llegada, ya que es una valiosa oportunidad en principio, para seguir dándole gracias a Dios por la vida que nos ha dado y además por qué podemos hacer y concretar las cosas que hemos planificado. Animo, gozo, alegría...
CÓDIGO DE ACCESO PARA VER EL VÍDEO.




ETIQUETAS: PREOCUPARSE, PREOCUPAR, JURISCONSULTO, INCERTIDUMBRE,

No hay comentarios.: