martes, 11 de noviembre de 2008

ORACIÓN " TUS INTERESES SEÑOR . . . SON LOS MÍOS "

ORACIÓN "TUS INTERESES . . . SEÑOR SON LOS MIOS”
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL MARTES 23 DE SEPTIEMBRE DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN MARTES 11 NOVIEMBRE DE 2008.
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
MARTES 11 DE NOVIEMBRE DE 2008.
(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…" que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).



O R A C I Ó N

Protesto hoy señor, en tu divina presencia, oh Jesús mío , que quiero vivir y morir siendo hijo amoroso y sumiso de tu santa iglesia. Dame la gracia para que el enemigo de mi alma no debilite ni arrebate mi fe. Tus intereses señor, que son los de tu iglesia, serán de ahora en adelante también los míos y ojalá pueda olvidarme aún de mis intereses, para no pensar si no en los intereses tuyos. Señor, señor Jesús dame en este día una grande y fecunda bendición, que me acompañe hasta la eternidad. Amén y amén...



COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Definitivamente no hay nada que se compare a estar en la presencia del señor y en esa presencia amorosa advertimos que no podemos andar por el mundo caminando y transitando por el pensando única y exclusivamente en nuestros intereses. Intereses personales que a veces o la mayor parte de ellas, no son conformes ni se adecúan a los intereses del señor. Porque los intereses del señor están claramente definidos y entre ellos podemos citar a la misericordia, el amor, el perdón, la solidaridad, la piedad, el amor por nuestros hermanos y algo muy importante, nuestra fe en el señor, en su poder, en su gracia, en su santidad y humildad. Y todas esas actitudes, valores y sentimientos, debemos expresarlos nosotros a través de nuestra vida, de nuestra conducta, de nuestra actitud en la vida cotidiana, no importa cuál sea tu actividad, no importa que esta actividad sea la más humilde en todo el planeta, no importa si eres profesional o no, no importa si tu actividad se circunscribe única y exclusivamente a actividades propias del hogar o a trabajos sencillos o manuales. Desde un celador, un ama de casa, un trabajador que presta su labor en alguna estación de servicio, alguien que presta sus servicios como barrendero o tal vez el como el más encumbrado intelectual. Todos ellos están en la obligación de expresar con sus obras, la infinita misericordia que el señor nos da. Y que debemos aprender a no ensimismarnos, debemos ser elocuentes y testigos de la palabra del señor. No dejes de comunicarte con tus hermanos, no estés metido demasiado dentro de un estrecho pesimismo, fruto quizás de un desengaño o de un fracaso .No importa hermano y hermana que no tengas lo que tu, entrecomillas, mereces obtener, no importa. Levanta la frente, que aún hay un cielo que sonríe y regresan de nuevo las primaveras al morir el invierno. Sé feliz no importa cuánto problemas la vida te ha dado, poco importa que hoy estés en un lecho de enfermedad, poco importa que los problemas hoy te puedan agobiar. Si ha caído una marchita flor de un ensueño, no te aflijas, espera y verás cómo los rosales vuelven a dar rosas. Así son las flores, duran muy poco .Por eso nos les atribuyas nunca una maldad que no tienen, como de la misma manera no puedes concluir ,que por la circunstancia de que una persona te hirió o te hizo daño, por ello todas las personas son males y proceden de mala fe. Dios que es sabio, que es grande, nos dio la oportunidad a través de Jesús de reiniciar la vida, de levantarnos cuándo nos hemos caído. Dios hizo las cosas así. Así son las flores solo para las primaveras y cuesta muchísimo conservarlas fuera de su estación, por el contrario ámalas, porque esas flores te enseñan con sus vidas efímeras a levantar la mirada más arriba, hacia el que nunca muere que es : el amor. No quieras ser tu como los sauces siempre mustios, llorando al pie del río de la vida. Aprende más bien del ciprés, a recoger tus aspiraciones y elevarlas al cielo, adelgazando por decirlo así, su materia, insensiblemente, hasta terminar en la espiritualización de su cúspide .Ama los mismos fracasos, las mismas flores que se marchitan al tocarlas ,porque te enseñan a soñar algo más sublime, a levantar tu mirada hacia la región azul de los cielos, donde está lo eterno , lo inmutable, lo divino, lo que no muere : Jesús nuestro salvador. Animo, gozo, alegría...



ETIQUETAS: espiritualización, ciprés, sauces, cúspide, marchitar, barrendero, región azul,


N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- "DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO". ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.

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