lunes, 3 de noviembre de 2008

ORACIÓN " NO MAS MIEDO "

ORACIÓN. "NO MÁS MIEDO"
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES 13 DE NOVIEMBRE DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN LUNES 03 NOVIEMBRE DE 2008.

Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
LUNES 03 DE NOVIEMBRE DE 2008.
(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…" que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).



O R A C I Ó N

Canta de gozo hija de Sión .Grita de júbilo Israel. Alégrate y exulta hija de Jerusalén. El señor retiró tu condena, ahuyentó a tus enemigos. El señor rey de Israel está contigo y no tendrás que temer ya más desgracias. En ese día se dirá a Jerusalén: no tengas miedo, no desfallezcan tus brazos Sión, el señor tu Dios está contigo como un guerrero que te salva .El se complace en ti y te muestra otra vez su amor, por ti está exultante como en un gran día de fiesta. Amén y amén...

COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

En esta plática cotidiana y matinal que hemos concretado con el señor en este día, hemos bendecido y alabado su poder, su misericordia y su amor. En esta conversación con el señor, encontramos cosas tan maravillosas, como la del reconocimiento que el señor ha tenido con sus criaturas, cuando eliminó y suprimió la condena a Israel, por su hijo que vino al mundo a redimir nuestros pecados, a cambiar todo el giro de la historia hasta entonces. El Salvador, nuestro buen Jesús, el hijo de Dios, por el todos: paganos, gentiles, no israelitas y toda la creación, hemos sido salvados . Y en esta conversación, aunque la palabra vaya dirigida a Israel, debemos entender hermano y hermanas que nos escuchan, que en esta conversación los destinatarios de la promesa somos todos y que la condena no solamente se le ha suprimido a Israel, sino a todos los hombres, a todas las personas, a todos los seres humanos. Pues por la intercesión de nuestro buen Jesús, ya no hay acepción de personas, sólo es necesario creer en el hijo, en Jesús, pues él dijo: quien creé en mi, quien da fe de que yo soy el hijo de Dios, vendrá al padre como al padre voy yo, ustedes vendrán a mi y conmigo irán al padre. Dios se muestra presente en esa ciudad de Jerusalén, en donde mora con los hombres y salva a su pueblo, lo mismo que hoy en el tiempo, porque para Dios no hay tiempo ni espacio, para el no hay dificultad alguna, no hay adversidad, no hay poder ni principado ni protestad alguna que pueda detener su amor, su compasión, su misericordia y su justicia. Todo principado, toda protesta, toda rodilla deberá doblarse en tierra al sólo escuchar su santo nombre: Jesús...Jesús. En esta plática hay un verdadero himno escatológico, que celebra la obra salvadora de Dios, completa y definitiva, como la ve el profeta y la quiere la esperanza. Estructuralmente contiene también este diálogo hemos tenido con el señor, una invitación al pueblo, a que saltemos de gozo, porque Dios nos perdona y nos salva. Y también en esta conversación, hay un anunció: Dios está con nosotros, siempre, en todo momento y hasta el final de los tiempos. Dios está contigo hermano y hermana, y el ahuyenta tu miedo y tu desfallecimiento. Dios nos ama y está también como de fiesta. Encontramos también en esta conversación matinal que hemos tenido con el señor, una visión adelantada de la culminación de la historia, al celebrarlo con gozo. El futuro irrumpe ya en el presente y nos comunica la plenitud el señor. Con ello entonces hermano y hermana que me escuchas, el presente queda comprometido a configurar ese futuro. La esperanza escatológica es la fuerza más eficaz y operativa que es posible poner la historia. Por esa razón en esta plática matinal con el señor, debemos reflexionar en que necesitamos tener presente al señor en nuestras vidas. Bendeciré al señor a todas las horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del señor, dice la palabra, que se alegre su pueblo al escucharlo. Los ojos del señor cuidan al justo y a su clamor están atentos sus oídos. Escucha el señor, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas El señor no está lejos de sus fieles y levanta las almas abatidas. Animo, gozo, alegría...


ETIQUETAS: cantar, Sión, guerrero, exultar, exultante, congojas, escatológica, estructuralmente,


N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- "DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO". ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.

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