martes, 14 de abril de 2009

ORACIÓN “SAGRADO CORAZÓN DE JESUS”







ORACIÓN “SAGRADO CORAZÓN DE JESUS”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES VIERNES 06 JUNIO DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN MARTES 14 DE ABRIL DE 2009.


(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: MARTES 14 DE ABRIL DE 2009.


O R A C I Ó N

Te saludamos corazón admirable de Jesús, te alabamos, te bendecimos, te glorificamos, te damos gracias, te ofrecemos nuestro corazón, te lo entregamos y consagramos, recíbelo y poséelo entero. Purifícalo, ilumínalo y santifícalo a fin de que vivas y reines en el, perpetuamente. Señor nuestro, Jesucristo, contemplando tu corazón abierto por la lanza, deseamos completar en nuestra carne lo que falta de tu pasión. Danos la valentía de reparar nuestras propias injusticias y las de nuestros hermanos. Queremos hoy reconocer las injusticias que se cometen en nuestra comunidad y luchar por la liberación de todos los hijos de Dios, en unión con nuestra señora del sagrado corazón, te rogamos por nosotros pecadores, para que sepamos salir de nuestros egoísmos y buscar la felicidad de nuestros hermanos. Amén y amén...


COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Contemplando el sagrado corazón de Jesús, como lo contempló nuestra virgen madre, en ésa cruz, con el corazón traspasado por la lanza. Se reflexiona en el dolor que sintió nuestro señor y también su madre, la virgen María. Pero ese dolor se transforma en alegría y gozo cuando resuenan en nuestra memoria las palabras de Jesús: yo bajaré al sepulcro, resucitaré al tercer día y luego ascenderé al cielo, para sentarme a la diestra del padre, para garantizarles la vida eterna, porque nadie va padre sino es por mí. Porque Jesús nos dijo yo soy el camino, soy la verdad y soy la luz. Gracias Jesús, gracias por ofrecernos ese tu corazón, colmado de una infinita ternura y de una infinita capacidad de amor y de perdón .SEÑOR MIO JESUCRISTO limpio de corazón y pureza para mi alma, una vez más te repito quiero ser feliz y tú me dirás: vive como un bienaventurado, pon en práctica el código de vida feliz que yo te he dado. En uno de sus momentos Jesús dice: felices lo que tienen el corazón puro, porque ellos verán a Dios. Felices los que tienen ojos limpios, sólo el que tenga ojos limpios podrá ver todo, con mucha claridad. El apóstol Pablo nos pidió que nos revistiéramos de ti, evitando satisfacer los deseos la carne, de esa carne que atenta contra el espíritu. Si nos dejamos conducir por tu espíritu de amor no seremos arrastrados a los deseos de la carne. Todo esto me conmueve y atrae a mi inteligencia, aunque a veces mi voluntad se aleja débil e irresoluta .No me doy cuenta de que mi cuerpo está incorporado a ti y es templo del espíritu santo, oh sagrado corazón de Jesús. Si tratamos con respeto a los templos de piedra, no profanándolos, con cuanta mayor razón tenemos que considerar como cosa sagrada a nuestro cuerpo, a nuestro corazón que nos dio nuestro Señor Jesucristo, piedra viva de la construcción, de tu reino. Oh sagrado corazón de Jesús sé que mi pecado de impureza atentan contra mi propio cuerpo y que no me pertenezco a mí mismo. Sé también que el pecado comienza en el interior de mi corazón, aunque no se haya traducido en obra externa. Pero sé también, que por ese sagrado corazón de ti, señor Jesús, seré colmado también de perdón y de amor, de misericordia y de redención, porque tu lo prometiste y porque tu no incumples lo que prometes. Tu nos dijiste: el que mire una mujer ajena deseándola ya cometió adulterio con ella, en su corazón. Reconozco entonces que tanto mi alma como mi cuerpo han sido comprados por el precio de tu sangre. Que sería de tu corazón traspasado por aquella lanza, señor Jesús. Imagino en este momento, el recorrido de tu preciosa sangre, pagando los pecados de toda la humanidad, los pecados del pasado, los pecados del presente y aun aquellos que vendrán , gracias oh sagrado corazón de Jesús. Por ello hermano y hermana que me escuchas, ¿Por qué no tener un corazón puro como el de Jesús ? .Vamos a enamorarnos profundamente de ese sagrado corazón de Jesús , practicando la templanza y la mortificación de nuestros sentidos, siendo prudente y puro en nuestras palabras, no buscándonos a nosotros mismos ,sino al hermano, en apertura generosa. Oh sagrado corazón de Jesús a ti pertenecemos señor, quiero ver a tu padre a través de ti y llenarme de felicidad eterna y plena . Ánimo gozo, alegría…



ETIQUETAS: ENAMORARSE DEL CORAZÓN DE DIOS, MORTIFICAR LOS SENTIDOS, TEMPLANZA Y FUERZA,








N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.

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