sábado, 29 de agosto de 2009

LA NOTA CORTA "¿CONTRADECIR…ES SIEMPRE BUENO?” *** "El sabio sabe que ignora”. Confucio (551-479 a. C.); filósofo chino




LA NOTA CORTA "¿CONTRADECIR…ES SIEMPRE BUENO?”
*** "El sabio sabe que ignora”. Confucio (551-479 a. C.); filósofo chino

POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE GONZALEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA .AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA VIERNES 28 DE AGOSTO DE 2009.

Una de las características más acentuadas en el hombre es su capacidad infinita de contradecir a los demás. Es esencialmente lógico que así actúe. Ese es el precio que tiene que pagar el ser humano por el libre albedrío, la capacidad de libre elección y decisión que nuestro Dios creador le dio. El filósofo de la antigüedad Sócrates repetía incansablemente a sus discípulos, cuando éstos le preguntaban acerca de que profesión tenía en su vida, el les contestaba: tengo el privilegio de poseer la misma profesión que mi madre. A lo que uno de sus discípulos replicó: ¿Maestro y que profesión tenía vuestra madre? A lo cual Sócrates respondió:" MI MADRE FUE PARTERA". Nuevamente otro discípulo desconcertado ,volvió a interrogarlo ¿MAESTRO SÓCRATES, PUES, QUE RELACIÓN EXISTE ENTRE LA PROFESIÓN DE VUESTRA MADRE QUE FUE PARTERA Y LA DE USTED QUE ES FILÓSOFO ? SÓCRATES CONTESTÓ: MI MADRE AYUDABA A LAS MUJERES EMBARAZADAS A TRAER A SUS HIJOS A LUZ, Y YO TRATO TAMBIÉN DE AUXILIAR A OTROS PARA QUE PUEDAN ENCONTRARLA. Con este episodio - - - que nos fue enseñado muy tempranamente en nuestra vida escolar - - - resalta notoriamente un principio o mecanismo cognitivo para encontrar la verdad: ese mecanismo es la contradicción. En la medida en que yo pase por el tamiz de la crítica, de la discusión, del análisis creativo, en esa medida podemos ir despejando las mentiras, y quitándoles la maleza que oculta su falsedad, a precisar más allá de toda duda la existencia de una verdad. De allí que a Sócrates se le reconozca como el padre de la Mayeutica y de la Eironeia.

Desde este punto de vista, resulta positivo la contradicción y el contradecir, pues estas actitudes, posturas y procederes, le permiten no solamente al individuo sino también a la sociedad, su propio desarrollo, el avance de las diferentes ciencias y la conquista de nuevos peldaños en la escalera de saber y el ascenso a mejores condiciones de vida, ambiente, socialidad, política, economía, religión, etc. Ahora bien no se puede ir por la vida contradiciendo a los demás, a veces por el solo hecho de contradecirlos o para dejar en claro cuestiones triviales, nimiedades o asuntos baladíes. Quien actúa de esta manera lo más probable es que se convierta en un antipático, odioso y rompe grupos, de profesión. La simpatía es un rasgo al que de los seres humanos aspiran. Para cultivarla es necesario que la persona permita que las otras expongan sus opiniones y criterios con libertad, manteniendo su interlocutor una actitud no combativa, es decir no acostumbrarse a decirles que están equivocadas ,que cometen un error, que se equivocaron o que no tienen razón, cuando se trate de asuntillos de escasa importancia, intrascendentes y de poca monta. No debemos olvidar la humillación que siente la persona que continuamente es corregida sin ningún tacto. Lo que se agrava cuando sea la misma persona la que ocupe la posición de crítico, permanente y continuo.



Lo mismo que en el aspecto del baile, se necesitan dos para bailar un bolero, un tango o guaracha ,, para discutir se necesitan por lo menos dos personas, y si uno está consciente de lo negativo que deviene esta costumbre de contradecir a los demás sin una verdadera causa legítima para ello, es más que obvio que racionalmente optemos por no contradecir ni discutir con los demás. Como suelen decir algunos psicólogos: "Usted no ganará nada dejando al interlocutor tendido en la lona, sufriendo un nocaut fulminante. Se debe también recordar. que algunos psicólogos hablan de la colateralidad de algunos efectos que se producen con ocasión de una discusión verbal: aumento de los latidos del corazón, aumento de la tensión, temblor temporal, dolor de cabeza y los menos afortunados se colocarían al borde de un infarto al corazón o de un accidente cerebrovascular. ¿Entonces , contradecir es siempre bueno?.
En la siguientes líneas encontraremos algunas reflexiones sobre el contradecir y un ejemplo de tozudez que no se obliga a meditar sobre la necesidad que tenemos los seres humanos de ceder aunque tengamos la razón. Parecería una si razón, pero efectivamente es una de esas sin razones de una razón: "la razón para sentirnos contentos con los demás y que los demás nos sientan simpáticos frente a ellos, resulta de la circunstancia de no estar los criticando, corrigiendo y atacando, cada vez que se equivocan, sobre todo ,si esos errores son banales, insustanciales y que no dañan a nadie”.

Prestemos nuestra atención a lo siguiente... (Hago la salvedad de que me reservo la solidaridad con este texto)


"Contradecir es perder gran parte de nuestro atractivo personal. Contradecir es perder una ocasión de permitir al otro sentirse más importante. Hay cosas en las que no podemos manifestar que estamos de acuerdo, como son las que van en contra de las leyes de Dios, de las verdades de nuestra religión, de las reglas de la moral o el honor y/o de nuestra patria. Pero en todo lo demás sí podremos darnos el lujo de callar nuestra opinión contraria sin que con ello perdamos nada, y ganando en cambio el cariño y la estimación de los demás. Los que contradicen le dan demasiada importancia a detalles de poco valor y a ello se apegan desaforadamente. Les pasa como a los micos de la selva. Cuando los cazadores los quieren capturar vivos, echan un poco de maíz en el fondo de un calabazo que tenga la boca bastante angosta. El mico mete la mano al calabazo y la llena de maíz. Pero luego la va a sacar y ay ! no puede, porque la tiene muy llena. Y el pobre animal prefiere que lo capturen antes de ocurrírsele soltar la manotada de maíz y poder sacar la mano de aquella trampa. Así les pasa a quienes tienen la mala costumbre de contradecir. Se apegan a unas pequeñeces: modas, opiniones, partidos, gustos, noticias etc. y con tal de no soltar su opinión, prefieren perder amistades y buena fama." (Tomado del libro.: " CIEN FÓRMULAS PARA LLEGAR AL ÉXITO".P. ELIECER SALESMAN, sdb. Caracas Venezuela. Ediciones Paulinas.19ª edicion.S/A. páginas de 75 Dios 76)

ETIQUETAS: temblor, mico, calabazo,


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