miércoles, 23 de septiembre de 2009

LA NOTA CORTA. “TU DIA MAS IMPORTANTE: HOY” ***El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.





LA NOTA CORTA. “TU DIA MAS IMPORTANTE: HOY” ***El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras. (William Shakespeare)

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED MIERCOLES 23 DE SEPTIEMBRE DE 2009.

No me he detenido a enumerar las veces que he escrito mis reflexiones sobre el valor del tiempo para cada u de los seres humanos. Y aunque parezca un lugar común, un cliché, una frase trillada, lo cierto es que el tiempo integrado por el pasado, el presente y el futuro, nos afecta en tanto y en cuanto nos concentremos acentuadamente en alguno de esos tres momentos. El individuo que concentra toda su atención, su interés y esfuerzo en el pasado, permanecerá paralizado, sin posibilidades de superación y mucho menos de desarrollo y progreso. El presente es hoy mismo y nos demanda acción. El futuro está en el mañana, en el porvenir, no existe, pero seguramente vendrá, aunque pudiera ser que para nosotros es el futuro nunca llegue, por la razón sencilla de que nos sorprenda muertos. Por ello se sigue afirmando desde hace más de 2000 años que el futuro es doblemente incierto. En principio el futuro no sabemos si llegará, pensemos en la hipótesis de que el mundo se acabase, entonces ya no habrá futuro. Pero supongamos que el mundo continúa su marcha ordinaria y normal y en consecuencia no desaparezca, el futuro llegará, pero no sabemos si llegará para nosotros. Por eso es doblemente incierto. En las próximas líneas nos detendremos en algunos aspectos que nos obligan a concluir que el día importante de nuestra vida, es el día de hoy, el día presente. Es una necedad, un absurdo, que no vivamos el cada día como si fuese el último de nuestros días. Es decir llenar de plenitud tanto espiritual, material, como emocionalmente, el día presente que nos toca vivir. No permitas que el pasado se apodere de ti, ni mucho menos que el futuro te haga su esclavo. De ninguna manera me estoy refiriendo a la actitud de no valorar el pasado, ni meditar sobre futuro. Lo que deseo decir es que ambos segmentos del tiempo no tienen la importancia en ni el efecto exagerado que nosotros le atribuimos, por la razones que ya hemos expresado. El pasado es solamente pasado, ya no puedes cambiarlo, solamente sirve para no cometer los mismos errores en el tiempo presente o para recordarlo alegremente y estimular esta vía la confianza, la alegría, la esperanza y la seguridad de que todo va a salir bien en el dia presente. El futuro es una ilusión, uña quimera, una realidad sin concreción, es una aspiración o una consecuencia que no sabemos si se producirá.

Los siguientes aspectos valdrían la pena analizarlos:
1.-Para vivir felizmente, con alegría y mucha paz tu día presente, es común y recomendable que dejes a un lado la antipatía pues ella te excluye, te margina, te hace insociable y construye muros que hacen inaccesible la relación de las personas de tu entorno, contigo.

2.-Un factor muy importante para el condicionamiento de un buen día, es deslastrarnos de toda la agresividad que pueda residir en nuestros niveles de consciencia interna. La agresividad genera odios. El odio actúa como una sentencia de muerte a las posibilidades de vivir plenamente el día presente. El odio es contrario al menor atisbo de alegría, de felicidad, de paz, de amor, de comprensión, de tolerancia y de respeto.
3.-Es imposible que nuestra química, que nuestro carácter o bien nuestra personalidad sea tan extraordinaria para "hacerle sangre a todo el mundo" o "caerle bien a todo el mundo"; como anillo al dedo le viene la letra de la canción a lo que se ha aseverado... "no soy monedita de oro". Pero lo que sí es posible lograr, son mejores relaciones con los demás, tratando de barnizar nuestra personalidad y nuestro carácter, de modo que seamos más accesibles a los otros. No es que quiera decir que nos transformemos en especies de payasos, de saltimbanquis o de bufones sociales, para lograr tener un buen día. Nunca debe olvidarse que la dignidad humana está por encima de muchas cosas. Pero siempre habrá oportunidad de ser menos toscos, menos gruñones y menos neurasténicos. Lo contrario de la antipatía es la simpatía, y esta es uno de los mecanismos más eficaces y eficientes para rodearse de situaciones y personas contentas, agradables, o como dirían los jóvenes de hoy: rodeados “de buena vibra”.

Finalmente, la elección es suya, amigo lector. Puede seguir siendo un dinosaurio, o tal vez soñar despierto con grandes catástrofes, o a dedicarle ese tiempo suyo de vida del dia presente, a realizar cosas buenas, a ser solidario con el prójimo, a bendecir a los demás, a ser justo y honesto, a expresar palabras bonitas y tiernas no solamente a su familia sino a sus amigos y a todo el que le rodea. En definitiva, los que les sobrevivan lo único que tendrán de usted serás los gratos recuerdos, solo los buenos ratos y los buenos momentos que compartió con ellos. Adelante, da paso al entusiasmo, a la alegría de vivir, celebra que tú eres un hijo de Dios y en consecuencia depositario de sus magníficas y grandes bendiciones. Ánimo, gozo, alegría...



ETIQUETAS: recuerdos, momentos, depositario,



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