ARTÍCULO. “APRENDA A DECIR NO”
*** Si se os pregunta: ¿Qué es el silencio?, responded: es la primera piedra del templo de la sabiduría. Pitágoras
POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE GONZALEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADO Y PUBLICADO: MARTES 15 SEPTIEMBRE 2009.
Aunque la sociedad actual se caracteriza por ser indolente, indiferente, apática, materialista y muy poco solidaria. Es indiscutible que siempre existirá un porcentaje, no del todo exiguo, de personas a los que les cuesta decir: "NO”. Para algunos, no acceder a la petición de alguien, es ganarse una enemistad, una desagradable situación o cuando menos la "ojeriza "no solamente de quien no haya recibido el favor o la petición requerida, sino también del entorno que rodea a ambos sujetos.
Los psicólogos, sociólogos y especialistas en la conducta humana concuerdan en afirmar que en este tipo de actitud, patrón de conducta, o proceder, influyen algunos rasgos de la personalidad que les son comunes a este tipo de individuos. Señalan entre otros: la ingenuidad, la timidez, la falta de confianza y un temor exacerbado a no ser rechazado, estigmatizado, etiquetado o calificado por la comunidad sociedad en la que vive, como un individuo poco solidario, como una persona mezquina, como un miserable, como un individuo ruin o como alguien que no tiene sentimientos y que le importa muy poco la vida en comunidad, el bienestar del prójimo, o el bien común. Es decir que su patológica manera de pronunciar siempre SI, cuando realmente debería decir NO, en virtud de que no puede acceder a lo que se le pide, ya que existen situaciones, factores y elementos vinculados a su responsabilidad que le impedirían ofrecerse a cumplir lo que le están pidiendo, en lugar de ser sincero y responder NO, aunque corra el riesgo ya descrito.
No es fácil para ese tipo de personas decir NO. Pero lo que los especialistas y estudiosos de la materia aconsejan es que estas personas inicien una introspección de sus valores, de su personalidad, de sus actitudes, de su forma de proceder y de la óptica que han utilizado hasta hoy para precisar y determinar las características, la naturaleza y el tipo de mundo, comunidad o sociedad en la cuál vivimos. También afirman, que las personas a quienes les cuesta decir NO, son víctimas fáciles de los abusos, engaños y fraudes a que los someten los individuos que poseen una personalidad muy distinta a aquellos. Los abusadores, "los listos", "los vivos", "los veloces ", los que quieren vivir a costillas de los demás, los que siempre han pretendido de los otros trabajen para ellos," los que quieren darse la dolce vita ", generalmente se aprovechan de la extremada sensibilidad de los que no se atreven a decir no, de su ingenuidad, de su inseguridad y hasta de su bonhomía. Por ello es necesario que se transformen a través de una revisión de sus estrategias, habilidades y destrezas para interrelacionarse con los demás y evitar ser sujeto pasivo de aquellos que no aceptan por respuesta un NO.
A mayor abundamiento observe el lector las siguientes reflexiones:
“Muchas personas se sienten incapaces de negarse a realizar alguna tarea aún a sabiendas de que se está abusando de ellas. He escuchado a muchas madres quejarse porque tienen que estar siempre detrás de sus hijos, recogido los espíritus, haciendo todo lo que ellos tendrían que ser así ayudar de nadie. Para éstas madres resulta más fácil apartarlos del fregadero<< porque no saben ni coger el estropajo>>, que dedicar unos minutos a enseñarles como hacerlo. Es hora de frenar en seco y decidirse a enseñar a los otros a que asuman sus responsabilidades. Un día pude comprobar como una profesora, de una forma sutil y eficaz, transmitía a sus alumnos ése sentimiento de independencia tan importante. Estábamos en la Sala de Profesores y llegaron unas chicas de 14 años diciendo que los chicos no las dejaban ensayar un baile que estaban preparando. La estrategia que usaron estas chicas era un poco infantil, pues recurrían al adulto para solucionar un problema, pero sabían que era eficaz pues con la presencia de la profesora en la clase, ellas podrían ensayar sin problemas. Pero la profesora las nombró una por una y les dijo<<¿ Es que vosotras cuatro ,vais a ser incapaces de echar a los chicos de la clase?>> En esta pequeña fórmula quedan resumidas varias ideas: por una parte, la profesora les hizo ver que eran ellas las que tenían el problema y que por lo tanto eran ellas las que tenían que resolverlo; por otra parte, les dio ese empujón motivador que tiene la confianza: vosotras podéis hacerlo. La profesora consiguió que las chicas solucionasen el problema.
También es cierto que muchas personas carecen de la habilidad suficiente para hacerse cargo de alguna situación y por eso es necesario además de confianza, facilitar una serie de estrategias que permitan a la persona conseguir lo que se ha propuesto. Hago aquí una llamada especial a los padres y profesores, que estén atentos a los déficit de sus hijos y alumnos, de manera que utilicen no sólo palabras de ánimo, sino también ejemplos concretos que permitan a estas personas adquirir las habilidades que no poseen. Hasta ahora hemos visto maneras más o menos sutiles de decir no. Pero puedo asegurarte que no hay ningún problema en que lo hagas abiertamente. Si consideras oportuna una explicación o un consejo para que la otra persona haga las cosas ella sola, adelante, pero si ya estás harto de repetir siempre lo mismo, di claramente ¡ NO ! .
No hace falta entonces que te justifiques, ni qué pierdas el tiempo intentando hacer ver, al otro que tiene que ser el, el que lo haga. Sigue con tu vida. Es posible que si le dices que no, sea porque tienes otras cosas más importantes que hacer. Céntrate en ellas y disfruta de tu responsabilidad.
Muchas veces los otros quieren que les saquemos las castañas del fuego. Y es que dicen que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Cuando todo va bien, todo va bien, pero cuando las cosas no funcionan, recurrimos sin problemas a los demás. En este momento, más que nunca, es necesario que adoptemos una actitud de seguridad y fortaleza y nos decidamos a decir que NO: es tu responsabilidad y tú tienes que hacerlo. Conocí a una chica muy extravertida, con gran facilidad para hacer amigos. Cuando estaba de buenas, se abalanzaba sobre el teléfono cada vez que sonaba y hablaba con sus amigos. Sus padres estaban cansados pues su << querida>> hija se pasaba horas y horas colgada del aparato. Pero cuando tenía problemas y no quería salir con sus amigos porque estaba cansada o enfadada, les decía a sus padres que contestasen ellos y que dijeran en que no estaba. Los padres conocían a algunos de sus amigos y les daba pena tener que estar siempre mintiéndoles. Estaban cansados de esta situación y, cuando me pidieron consejo, les dije que no cogieran más el teléfono y, sí no tenían mas remedio que hacerlo, dijesen la verdad. Estos padres se echaron las manos a la cabeza y dijeron que esto era una locura. Todavía siguen con el problema.
Tenemos que convencernos de que nosotros, con nuestra actitud y nuestro comportamiento, solemos mantener el problema. Esta hija estaba acostumbrada a conseguir de sus padres lo que ella quería y muy probable que este comportamiento se haya extendido a otras facetas de su vida. Tenemos que ser consecuentes con nuestras acciones y pensar que son formas de educar y de controlar el comportamiento que los demás nos dirigen.
Seguimos tratando de encontrar el punto medio. La principal dificultad de afrontar el tema que estamos tratando reside en la imposibilidad de poder establecer criterios generales que sirvan para todos los casos. Siempre tenemos que apelar a nuestro sentido común para discernir y descubrir cuál es el comportamiento adecuado para cada caso. En este sentido es necesario excluir de las responsabilidades lo que comúnmente llamamos favores .Los favores son peticiones que hacemos o que nos hacen, con el fin de hacer más llevadero algo o conseguir con mayor facilidad lo que nos hemos propuesto. Normalmente pedimos favores casi de continuo, aunque no nos demos cuenta, y lo normal es que también nosotros los realicemos de buen grado. En el caso de un matrimonio que haya dividido las tareas de la casa, un favor sería ,hacer lo que le corresponde al otro ,porque ha surgido algún imprevisto en el trabajo.
Tenemos que aprender a distinguir los favores y hacerlos con agrado, aunque sólo sean, como dicen algunos,<< panes prestados>>. Hacer un favor de forma desinteresada, sería una buena meta que plantearse. Piensa en las cosas que tú haces sin esperar nada a cambio y descubre que realmente recibes mucho, pues te enriqueces. y te sientes útil a los demás.” (Tomado del libro: "ATREVETE A TRIUNFAR".TIERNO Bernabé., Caracas Venezuela. Editorial Grijalbo. 2003. Págs. 47-49)
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martes, 15 de septiembre de 2009
ARTÍCULO. “APRENDA A DECIR NO” *** Si se os pregunta: ¿Qué es el silencio?, responded: es la primera piedra del templo de la sabiduría. Pitágoras
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