jueves, 17 de septiembre de 2009

LOS GRANDES DE MARACAIBO."LUIS APARICIO MONTIEL (EL JUNIOR) "






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LOS GRANDES DE MARACAIBO."LUIS APARICIO MONTIEL (EL JUNIOR) "

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
PUBLICADA EN LA RED EN MIERCOLES 16 DE SEPTIEMBRE DE 2009.

Biografía de Luís Aparicio
Luis Ernesto Aparicio Montiel (Maracaibo, Estado Zulia, 29 de abril de 1934) es un beisbolista venezolano que jugó en las Grandes Ligas del Béisbol entre 1956 y 1973. Hijo del también jugador Luis Aparicio Ortega, conocido como El Grande de Maracaibo. Carrera
Carrera
Sus primeros pasos en el Béisbol profesional fue en Maracaibo, cuando un 18 de noviembre de 1953, en un juego entre Gavilanes y Pastora, Aparicio recibió de parte de su padre su bate, y al entrar al terreno a cubrir recibió su guante, esto fue un homenaje, cuando el padre da el legado al hijo.
Su debut en Grandes Ligas fue el 17 de abril de 1956, con los Medias Blancas de Chicago, al final de esa temporada fue nombrado novato del año. Jugó con Chicago hasta 1963 cuando fue cambiado al equipo Baltimore Orioles donde jugó hasta 1967. Al finalizar la temporada, Aparicio regresa a los White Sox donde jugó entre 1968 y 1970. Al terminar la temporada fue cambiado a los Boston Red Sox, donde jugó entre 1971 y 1973.
Entre sus mayores logros se encuentra el liderato en bases robadas de la liga americana nueve años seguidos, con un total de 506 bases robadas en su carrera, y ser ganador de la Serie mundial con los Orioles en 1966.
Al momento de su retiro, Aparicio era líder de todos los tiempos en juegos jugados, asistencias, y doble matanzas para un shortstop de grandes ligas así como otros récords.
Recibió gran cantidad de reconocimientos durante su carrera, incluyendo su participación en 10 juegos de las estrellas y nueve Guantes de oro.
Luis Aparicio fue elegido al Salón de la Fama del béisbol en 1984, siendo hasta la fecha el único venezolano en alcanzar este logro.





Estadísticas de bateo
Año Equipo Juegos VB C H HR CE P
1956 CHW 152 533 69 142 3 56 .266
1957 CHW 143 575 82 148 3 41 .257
1958 CHW 145 557 76 148 2 40 .266
1959 CHW 152 612 98 157 6 51 .257
1960 CHW 153 600 86 166 2 61 .277
1961 CHW 156 625 90 170 6 45 .272
1962 CHW 153 581 72 140 7 40 .241
1963 BAL 146 601 73 150 5 45 .250
1964 BAL 146 578 93 154 10 37 .266
1965 BAL 144 564 67 127 8 40 .225
1966 BAL 151 659 97 182 6 41 .276
1967 BAL 134 546 55 127 4 31 .233
1968 CHW 157 622 55 164 4 36 .264
1969 CHW 156 599 77 168 5 51 .280
1970 CHW 146 552 86 173 5 43 .313
1971 BOS 125 491 56 114 4 45 .232
1972 BOS 110 436 47 112 3 39 .257
1973 BOS 132 499 56 135 0 49 .271
Total 2601 10230 1335 2677 83 791 .262
VB Veces al bate C Carreras
H Hits HR Home Runs
CE Carreras empujadas P Promedio de bateo

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Luís Aparicio: Inmortal desde hace 25 años
Texto: Augusto Cárdenas
Maracaibo, 12 de Agosto de 2009.- Hoy se celebran las Bodas de Plata de la exaltación al Salón de la Fama de las Grandes Ligas de Luis Aparicio Montiel, el único venezolano en el templo de los inmortales. “Yo quería tener a toda Maracaibo allá”, dijo, leyendo páginas de PANORAMA de ese día.
Hoy se cumplen 25 años de la exaltación de Luis Aparicio a Cooperstown. El zuliano recordó ese momento a PANORAMA.
A Luis Ernesto Aparicio Montiel aún le brillan los ojos cuando recuerda su momento cumbre como pelotero profesional. El 12 de agosto de 1984, hace exactamente 25 años, el ex campocorto tocó el cielo con las manos al ser exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown, Estados Unidos.
Los 18 años que trabajó en Grandes Ligas, con Medias Blancas de Chicago, Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston, rindieron su fruto, luego de recibir el 84.6% de la votación realizada por los cronistas de Estados Unidos, encabezando la lista de inmortalizados, por delante de Harmon Killebrew (83.1%), Don Drysdale (78.4%), Pee Wee Reese y Rick Ferrell, los dos últimos exaltados por el Comité de Veteranos.
“Como yo fui el que sacó más votos de todos los que estaban allí, me pertenecía a mí la primera fila”, recordó el zuliano a PANORAMA, mientras compartía en Maracaibo con su hijo Nelson y su hermano Rafael. “Cuando me llamaron a mí al podio, que vi la primera fila... Ahí estaba mi señora (Sonia), Carlos Andrés Pérez, que yo lo invité y fue, y mucha gente que me traía gratos recuerdos”.
“Yo quería tener a toda Maracaibo allá”, afirmó. “Me decía, ‘bueno, por lo menos Venezuela tiene un representante en el Salón de la Fama, y es de Maracaibo’”.
Al momento de dar su discurso, corto, pero emotivo, a la primera persona en agradecer fue a su padre, Luis Aparicio Ortega, “El Grande” (“Le doy gracias a mi padre, a quien le debo los secretos que aprendí en la profesión”). “A él (su padre) y a mi tío Ernesto tengo que agradecerles todo”, expresó. “Por eso es que mi nombre es Luis Ernesto. Ellos fueron los que me guiaron desde el principio”.
Aparicio rememora con alegría la gran ovación que recibió al momento de su inducción, que fue superior al resto de sus colegas.
“Te digo una cosa, había tanta gente ahí... Pero cada uno tenía sus fanáticos”, indicó. “Por lo menos había mucha gente de Chicago. Por eso digo que si algún día se me mete el diablo en la cabeza para mudarme a Estados Unidos, tiene que ser a Chicago. Pero a mí es muy difícil que se me meta el diablo en la cabeza”.
Aparicio no paró de estrechar manos, saludar amigos, colegas, y firmar autógrafos durante el acto de Cooperstown. “Había mucha gente. El lobby se puso chiquitito”.
A los 75 años, y con innumerables vivencias gracias a su profesión, Aparicio trata de comparar los mejores momentos que le dio el béisbol.
“Te puedo decir que el último out de la Serie Mundial, cuando fuimos campeones (1963), éso fue del carajo”, aseguró. “El día que conocí a mi señora, que fue en el Yankee Stadium. Fuimos a cenar y a los seis meses nos casamos”.
“Pero ésa (la exaltación a Cooperstown) es una cosa... Figúrate, que uno se sienta entre los mejores... ¡Y tenía que ser un maracucho!”.( Texto: Augusto Cárdenas )



Día inolvidable para Luís Aparicio
El único criollo en el Salón de la Fama conoció a su esposa en el emblemático estadio neoyorquino
Nueva York, 15 de Julio de 2008.- Luis Aparicio tenía un buen semblante, su alegría era difícil de ocultar, pues en cuestión de horas recibiría un homenaje en el Yankee Stadium, lugar donde vivió uno de los episodios más importantes de su vida.
El ex jugador zuliano, relató que fue precisamente “La casa que Babe Ruth construyó”, el lugar donde conocería a su esposa. “Ese fue uno de los recuerdos más bravos de mi vida, ahí conocí a mi esposa. Jim Rivera me presentó a su prima, luego fuimos a cenar y a los seis meses nos casamos”, declaró el inmortal venezolano, sobre la forma como quien fue su compañero en los Medias Blancas de Chicago le presentó a su compañera.
Para Aparicio, el Yankee Stadium, trasciende el ámbito meramente deportivo, es una historia de vida. “Eso es lo más bonito que recuerdo. Cuando subí, era un estadio más, claro muy diferente a los anteriores en los que había jugado”, aseveró.
Gratos recuerdos Además del recuerdo personal, Aparicio tenía otro motivo para sonreír, de hecho ya lo estaba viviendo, pues aunque faltaban horas para el homenaje en el Yankee Stadium, ya estaba al lado de otras luminarias como Lou Brock y Phil Niekro entre otros.
“Es un placer muy grande para mí estar en este grupo de grandeligas y miembros del Salón de la Fama, todos tuvieron grandes carreras en este deporte, cuando jugar en las mayores era bien difícil”, aseguró Aparicio, quien no sólo estaría anoche en Yanke Stadium, sino que también recibiría un reconocimiento a su carrera.
“Pues en ese caso, me siento mucho mejor todavía”, agregó el único venezolano exhaltado al Salón de la Fama de Cooperstown.

Aparicio como en casa.


LUIS APARICIO SIEMPRE SACA BUENOS RECUERDOS DE SU PASO POR LAS MAYORES COMO CAMPOCORTO ( Efraín Ruiz )

En el Yankee Stadium el único Hall de la Fama venezolano conoció a su esposa. ( Efrain Ruiz Pantin)
"¿Quieres que te diga la verdad?", le replicó Luis Aparicio al periodista, "para mí los estadios son todos iguales. Los distintos son los equipos. El Yankee Stadium para mí fue bueno. Y sí, chico, daba mis hitcitos de vez en cuando".
En realidad, el único venezolano miembro del Salón de la Fama no estaba diciendo toda la verdad. De hecho, estaba omitiendo un "pequeño" detalle sobre lo que significó Yankee Stadium no tanto en su carrera como pelotero, sino en su vida.
"Lo que sí no sabe mucha gente es esto: ahí conocí a Sonia, mi señora", tiró de golpe un sonreído Aparicio en el salón del Hotel Intercontinental de Manhattan, donde ayer en la mañana se reunieron los más de 40 héroes de Cooperstown que en la noche fueron homenajeados antes del 79no Juego de Estrellas de las Grandes Ligas.
"Ella era prima de Jim Rivera, que jugaba conmigo en los Medias Blancas de Chicago, y me la presentaron después de juego contra los Yanquis", siguió la leyenda de 78 años. "A los seis meses nos casamos. Imagínate, eso es algo muy importante para mí, lo más importante de mi vida".
Así como Sonia Rivera significó tanto en su vida, él significó y significa demasiado para el mundo del béisbol. Esa es la razón por la que ayer compartió con esos que brillaron tanto como él, desfiló sobre una camioneta pickup plateada por las calles de Manhattan y recibió el aplauso de más de 55.000 almas que plegaron la casa que construyó Babe Ruth.
"Estoy muy contento", dijo de muy buen humor durante una breve reunión con los medios, a la que asistió de traje y corbata. "La verdad, este ha sido uno de los días más felices de mi vida".
En el mismo salón, también sentados en sus respectivas sillas, estaban otras glorias como Willie Mays, Hank Aaron, Ernie Banks, Yogi Berra, Steve Carlton, Cal Ripken, Tony Gwynn, Bob Feller, Goose Gossage, Reggie Jackson, Al Kaline, Juan Marichal, Jim Palmer, Tony Pérez, Mike Schmidt, Ozzie Smith, Brooks Robinson y Frank Robinson, entre otras luminarias. Más que suficientes para armar la mejor novena de todos los tiempos,
"Todos somos amigos. Ya cuando uno llega a este nivel, todos somos amigos", puntualizó emocionado. "Fue especial ver a Brooks Robinson, que fue mi amigo y sigue siendo mi amigo. Fue un gran compañero y su actitud, como persona y pelotero, es la mejor. Él es el mejor".
"Es mi muchacho favorito", bromeó Robinson, ganador de 16 Guantes de Oro y compañero de Aparicio en los Orioles en los 60. "Me pueden hablar de cualquier otro shortstop, pero ninguno es mejor que él. Cuando me hablan de combinar defensiva y ofensiva, tienen que poner a Luis Aparicio allá arriba con los mejores".
Palmer también recordó sus días junto al marabino en Baltimore. Él, Robinson y Aparicio fueron parte del club que ganó la Serie Mundial de 1966 ante los Dodgers de Los Ángeles.
"Recuerdo que la primera vez que enfrenté a Mickey Mantle en Yankee Stadium me dio una línea que me pasó entre las piernas", detalló Palmer, tres veces ganador del premio Cy Young. "Cuando me volteé, Luis ya estaba sobre la segunda base, tomó la pelota y lo sacó out por dos pasos. Ese sí sabía cómo jugar al beisbol. Nadie se colocaba mejor que él".
De esos recuerdos, y muchos más, han hablado todas estas glorias durante estos días en los que Major League Baseball los trajo a Nueva York para tratarlos como se merecen.
"Este es el mejor deporte del mundo", dijo Aparicio antes de levantarse para dirigirse al desfile que salió desde Bryan Park y lo llevó por la Sexta avenida hasta Central Park. "Esto ha estado muy bien organizado. Es increíble. Yo nunca pensé que iban a poner a tantas estrellas juntas", concluyó. (Efraín Ruiz Pantin)



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