miércoles, 20 de mayo de 2009

ORACIÓN “NO SOMOS DEL MUNDO”




ORACIÓN “NO SOMOS DEL MUNDO”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL VIERNES 17 ABRIL DE 1998.
TRALADADA A LA RED EN MIERCOLES 20 DE MAYO DE 2009.


(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: MIERCOLES 20 DE MAYO DE 2009


O R A C I Ó N


Señor te damos gracias en esta mañana. Te alabamos y te bendecimos .Y te manifestamos señor en esta mañana nuestra gratitud , porque conforme a tu palabra y a tu enseñanza, al estar estrechamente vinculado contigo a través de la oración ,nos haces posible separarnos del mundo, para convertirnos en ciudadanos del cielo. Hermano y hermana radioyentes ,estamos conversando con el señor y es importante en esta plática amorosa que tenemos con el señor, recordar que nuestro empeño constante debe ir encaminado a permitir que el viva en nosotros, que pueda darse desde cada uno tal como somos, porque la gracia no destruye la naturaleza, temperamento, carácter, voluntad, sino que va eliminando impurezas, todo lo que no está en concordancia con los criterios y gustos de Cristo, eliminar todo lo superfluo, para eliminar y coordinar cada uno de nuestros actos, de tal manera que cada decisión, cada determinación, cada paso que demos, cada actividad realizada, lleve el sello cristiano del amor a Dios ,del prójimo. La aplicación de la recta razón, el sentido de la justicia de la verdad, el control de los impulsos desordenados, propios de nuestro instinto. Señor que este resultado refleje un modo de vivir distinto. Estar en el mundo sin ser del mundo, acorde con los auténticos valores de la amistad, de la lealtad, la honestidad, la responsabilidad y la disciplina. Amén y amén....



COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Que grato es conversar con el señor. Situarnos en su santa presencia nos llena de un gozo particular. Conversar con el señor es llenarnos de ricas y abundantes bendiciones y enseñanzas. Entre ellas aquellas que enfatizan nuestra condición espiritual por ser criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios. Si bien es cierto vivimos en el mundo, compartiendo con él las aflicciones, las carencias y limitaciones, pero, también lo es que, no somos ciudadanos del mundo. Somos ciudadanos del cielo por mandato de Dios. La tierra, el mundo, la humanidad, el universo, nos fue dado por Dios para someterlos, para subordinarlos, para sojuzgarlos. En esta mañana hermano y hermana radioyentes, debemos reflexionar en la verdadera naturaleza de nuestro ser. Y esa naturaleza está vinculada esencialmente con la naturaleza de nuestro creador, de hijos de Dios, del autor de nuestra vida, del autor de nuestra existencia, del creador de todo cuanto existe y de lo que no existe. Del Alfa y la Omega. Del principio y del fin. Debemos evitar caer en las tentaciones que el mundo nos ofrece a cada instante de nuestra vida. Ellas son el camino que conduce a la perdición, al pecado, a la tragedia, a la pena, a la tristeza, al desasosiego, a la desesperanza, en definitiva nos conduce a la muerte eterna. Es obligación nuestra como hijos de Dios eliminar de nuestro ,nuestra mente, de nuestro espíritu , los malos pensamientos, los actos deshonestos, las abominaciones, las herejías, las blasfemias, los pensamientos impuros, los actos reñidos con la moral, con las buenas costumbres y con la ética. En una palabra, debemos vivir subordinados a los designios, preceptos y mandatos de la voluntad de nuestro buen Dios. Nuestra vida debe estar alejada de las superficialidades que crecen como hierbas silvestres en el devenir existencial. Hay que pasar de las formas a los hechos. Actuar conforme a lo que se espera de un buen cristiano, es decir, exhibiendo como verdaderos estandartes: la justicia, la verdad, la reciprocidad, el perdón, la bondad, la paz, un profundo e inmenso amor a Dios y a la humanidad. Definitivamente vivimos en el mundo, desarrollamos nuestras actuaciones en el mundo, pero no somos del mundo. Somos criaturas de Dios, que están por encima de la materialidad, de la razón, del raciocinio, del arbitrio. Somos criaturas de Dios y en el y con él vivimos, morimos y resucitamos. Ánimo, gozo, alegría...

ETIQUETAS: mundano, espiritual, racional, celestial,


N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.

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