ORACIÓN “LLAMANDO A LA SABIDURÍA”

ORACIÓN “LLAMANDO A LA SABIDURÍA”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL VIERNES 27 FEBRERO DE 1998.
TRALADADA A LA RED EN VIERNES 08 DE MAYO DE 2009.


(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: VIERNES 08 DE MAYO DE 2009


O R A C I Ó N

Ven espíritu santo dame la sabiduría para que aprenda a buscar a Dios en la bondad del mundo. Has que disfrute en contemplación de amor del padre, del hijo y del espíritu santo. Dame el gusto señor por la palabra revelada y Has que la viva a través de todas las cosas. Ven espíritu santo, acrecienta en mi la verdadera humildad, la capacidad de admiración a mis hermanos y sobretodo refina el paladar de mi espíritu para que en todo momento saboree la bondad de Dios. Te lo pido padre santo por tu hijo, el señor resucitado y por la gracia del mismo espíritu y por la intercesión también de nuestra virgen madre María. Amen y amen...


COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)




Que maravilloso es conversar con el señor, situarnos en su santa presencia y sostener con el una plática amorosa, de amigo a amigo, conversar con Jesús, es llenarnos de gracia de santidad y de amor. . En esta mañana hermano y hermana radioyentes, hemos glorificado y bendecido al señor, reconocido su poder, su infinita sabiduría y capacidad de perdón. Hemos colocado como centro de esta conversación, el llamado al señor, para que nos de el don de la sabiduría. Esa sabiduría que nos permite diferenciar entre las cosas que podemos cambiar y aquellas que no podemos. En aceptar aquellas realidades que forman parte del designio de Dios. Pero también el discernimiento que nos permite a través de la sabiduría saber que cosas debemos cambiar y necesitar y requerirle al señor, al buen Jesús que nos de la fuerza suficiente, el valor suficiente para cambiar esas cosas. En esta mañana, amigo y amiga radioyente, yo te invito para que le pidamos al señor esa sabiduría necesaria, para que en nosotros puedan producirse los cambios necesarios para poder transformar el entorno y dejar inmutable e inalterable aquellas realidades que permanecen y que no deben ser cambiadas. Para que nos de la fuerza necesaria, para que todos nos iniciemos en una tarea y actividad transformadora que viene de adentro hacia afuera, de cambiar aquellos sentimientos negativos como la envidia, de soberbia, de prepotencia, de maledicencia. También transformar nuestras actitudes con nuestros hermanos, cambiando la indiferencia por la solidaridad, la injusticia por la justicia, y el desamor por amor. Transformándonos, para que nuestra vida se depure de todos aquellos sentimientos negativos que hacen de nuestra vida, una vida azarosa, una vida cargada de dificultades y problemas, por ello en esta mañana vamos a pedirle al padre, a su hijo Jesús que a través del espíritu santo nos de esa sabiduría para que podamos discernir entre esas cosas que deben permanecer inmutables de aquellas que si debemos cambiar y que nosotros, a veces por comodidad y otras por ignorancia, no queremos cambiar. En esta mañana es importante que nosotros tengamos la posibilidad, el deseo y la disposición de querer transformarnos, una transformación interior para luego transformar las cosas que nos rodean .Si tu hermano y hermana radioyentes que nos escuchan ,dejas a un lado la vanidad, dejas a un lado la envidia, la murmuración, la apatía y la indiferencia ante los problemas de tu comunidad, de tu familia, de la sociedad y del mundo, si tu dejases a un lado todos esos sentimientos negativos que te hacen infeliz a ti y a tu familia, estamos seguros que este será un mundo mas humano, mas cristiano, y todos caminaremos la senda de la luz, la senda de la justicia, de la comprensión, del amor, de la misericordia, de la paz. Esa paz que es tan necesaria en la familia, en el mundo, en la sociedad, porque ya lo dice la palabra de Dios, donde hay paz hay amor, y donde hay amor está Dios. Vamos hermano y hermana radioyente, para que en esta mañana el señor nos conceda la sabiduría mediante la invocación con un corazón contrito, subordinado, y con nuestra cerviz doblada ante el señor. Vamos a pedirle al señor, señor Jesús llénanos con tu gracia, con tu amor, con tu santidad, y concédenos la paz eterna, no la paz temporal, no la paz pasajera, porque teniendo paz tenemos amor, y porque teniendo amor tenemos a Dios. Animo,gozo,alegría...




ETIQUETAS: DIOS ES AMOR, AMOR Y PAZ, DIFERENCIAR, DISTINGUIR,


N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.