sábado, 23 de mayo de 2009

LA NOTA CORTA " REAFIRMAR EL VALOR QUE TIENES. . . ". ***.-DIOS TE CONCEDIÓ GRAN VALOR…Libro del Génesis




LA NOTA CORTA " REAFIRMAR EL VALOR QUE TIENES. . . ".
***.-DIOS TE CONCEDIÓ GRAN VALOR…Libro del Génesis

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO .ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
GRABADO EN VIERNES 05 DE DICIEMBRE DE 2008.
REDACTADA Y TRASLADADA A LA RED EN SÁBADO 23 MAYO 2009.
Es una escena muy frecuente y muy común ver a personas, individuos, seres humanos, negando su propio valor, desconociendo sus capacidades, sus potencialidades, su inteligencia, su raciocinio y el gran poder que reside en su cerebro, cuerpo y mente. Esta aseveración realmente entristece a la sociedad y a quienes la integramos, pero es una cruel verdad. La mayoría de las personas o un gran sector de la humanidad ignora, ya sea consciente o inconscientemente, las habilidades, destrezas y recursos con los cuales están dotados por la voluntad de nuestro creador, nuestro buen Dios. Es así que puede entenderse y comprender la circunstancia de encontrarnos consuetudinariamente con gente infeliz, carente de esperanza y de iniciativa, amargada y triste, inflamada de desasosiego y soledad. Son individuos, son seres humanos, son personas, que van por la vida portando la bandera del fracaso, de la derrota, del vencimiento. Algunos de ellos no se han percatado, que la situación de derrota que viven no es imputable ni causada por "la mala suerte", "el destino", "o haber nacido para ser perdedores". Lo cierto es que su existencia caracterizada por la infelicidad, el poco o ningún éxito, la carencia de logros en lo económico, académico, social o de otra índole, se debe fundamentalmente a su actitud y su disposición negativa frente a la vida.

Todos tenemos habilidades, destrezas, capacidades, recursos, mecanismos, inteligencia y discernimiento para triunfar en cualquier cosa que nos propongamos. Para ello basta que creamos sinceramente que en nosotros reside ese gran poder, esa gran energía, esa vitalidad, ese discernimiento, es la fuerza, con la que el señor nos dotó cuando nos creó. Fuerza que es capaz del dominar cualquiera de las energías que circunvalan el universo. En el libro del génesis de nuestra santa Biblia encontramos la razón y fundamento de esta afirmación. En efecto Dios cuando creó al hombre sometió a su subordinación la tierra entera y el universo, a los cuales sojuzgará. ¿Si el señor nos dotó de esta gran energía, de ese gran poder, no seremos capaces, entonces, de vencer los obstáculos y dificultades que la vida diaria nos presenta? ¿Si podemos dominar la fuerzas de la naturaleza, si podemos someterlas a nuestra voluntad, porque no podríamos triunfar sobre los problemas de la vida diaria? Como puede observarse, la comparación es abismal. Quien puede lo más, puede lo menos reza un aforismo latino. ¿Sí puedes dominar el universo, no es más fácil saber vivir nuestra vida y dominar los problemas y tragedias que se presenten en ése tránsito vital?

“En el transcurso de nuestra vida se nos presentan en algunas oportunidades situaciones que nos hacen dudar de nosotros mismos. Que nos motivan a pensar que no valemos nada, que somos unos fracasados, que somos unos perdedores y que no nos merecemos ni el éxito, ni la prosperidad, ni la alegría, ni la riqueza, ni la paz, ni el amor.¡¡Cuan equivocados estamos!!. La sola circunstancia de ser hijos de Dios nos categoriza, nos sitúa, nos hace acreedores no solamente de un gran valor material, sino de un inestimado valor espiritual. Recordemos que el señor nos hizo un poquito menos que los ángeles, pero nos ama más que a estos. Es tan grande el amor de Dios hacia nosotros que nos dotó de libre albedrío, de raciocinio para poder decidir conforme a nuestra voluntad. Situación esta que no fue otorgada a los ángeles del cielo. Sabemos que por el impacto que causan en nosotros los momentos tristes, las penas, las tragedias, las contradicciones y todas aquellas cosas que nos hacen sufrir; generalmente crean en nosotros sentimientos de impotencia, de incapacidad y en el peor de los casos la absurda y falsa impresión de que no valemos nada, de que no somos nada, de que podemos solucionar los problemas que nos afectan. Pero hay que decirlo con todas las fuerzas que nos permite nuestra voz interior: somos criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios, dotados de un gran poder para dominar cualquiera de las energías del universo, sus animales, sus criaturas y cualquier otro factor, venga de donde venga. En el génesis el señor habló y al crear al hombre lo dotó de esta infinita y maravillosa fuerza. Tú eres un príncipe, eres el hijo de un rey, pero no de cualquier rey, eres hijo del rey del universo, del rey de la creación, del autor de todas las cosas. No lo olvides, tu vales muchísimo, más que las estrellas en el cielo, más que las plantas, más que los seres vivos, más que cualquier fuerza o energía que circule en el infinito y el universo. La única limitación que tienes es Dios. Él es el alfarero, nosotros la vasija. La vasija no es más que su creador, que su hacedor, que su alfarero. Inclina tu rostro, levanta tu frente, camina erguido, pues el señor te acompaña siempre en cada lugar, en cada momento, en tu corazón, en tu hablar, en tu actuar. No temas, el señor está contigo. Tu valor está mucho más allá de ti o de lo que puedas hacer. Vales porque Dios así lo dijo, lo quiso y lo hizo. Ánimo, gozo, alegría. . . “(TOMADA DE: VÍDEO REFLEXIVO " TU VALES MUCHÍSIMO. . . ".COMENTARIOPOR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.MARACAIBO .ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.GRABADO EN VIERNES 05 DE DICIEMBRE DE 2008.TRASLADADO A LA RED EN DOMINGO 21 DICIEMBRE DE 2008.)

ETIQUETAS: ANGELES, HOMBRES, AFECTOS, VALORES,


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