miércoles, 14 de octubre de 2009

LA NOTA CORTA. ¿EL DOBLE DISCURSO: SIGNO DE UNA SOCIEDAD DECADENTE?*** Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la ve




LA NOTA CORTA. ¿EL DOBLE DISCURSO: SIGNO DE UNA SOCIEDAD DECADENTE?*** Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad. Platón.

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA: MIERCOLES 14 OCTUBRE 2009.

Los procesos sociales son complejos, se concretan por causas y antecedentes a veces ignorados, y en no pocas, como factores o elementos con los que nada tiene que ver. Es decir muchos han pretendido minimizar o simplificar la naturaleza o esencia de la problemática de la sociedad actual, que como ya lo he expresado en algunas otras reflexiones, es víctima de una degradación de sus valores más elementales, y de sus principios relativos a la verdad, a la justicia, a la moralidad, a la solidaridad y al bien común.

En posteriores artículos desarrollaré con la profundidad que merece este tema, que afecta la existencia misma del hombre, de la sociedad organizada y de sus instituciones. Por de pronto me he de referir a una conducta repetitiva, frecuente, continúa, generalizada y practicada por un sector bastante mayoritario de nuestros grupos humanos debidamente organizados. Esta práctica es la de poseer y manejar el doble discurso, la de expresar un conjunto de ideas, criterios, doctrinas y formas de pensamiento que distan mucho del actuar, del obrar y del hacer, de quien haya esbozado aquellas opiniones. Deja mucho qué desear está penosa situación que desdice de la obligación ética de obrar conforme a nuestro pensar y hablar. Es decir que el dicho debe estar acompañado por el hecho. De otra forma, estaríamos en presencia de un verdadero fraude social, de una estafa conductual y de conductas verdaderamente reñidas con la moral y los aspectos espirituales del ser. En palabras muy sencillas: el lienzo de este cuadro es la imagen destacada de un mundo controlado y dirigido por la mentira.

Quien posee un doble discurso, es un mentiroso, es un embaucador, es bisutería de la barata, es agua salpicada de fauna microbiana, es bronce pulido simulando ser oro, es un" bípedo parlante" que pretende pasar por persona humana. Sus actuaciones, su discurso, sus formas de aproximación y relación con los otros seres humanos, son planificadas, manipuladoras, programadas, y totalmente planeadas para su propio beneficio. A este espécimen no le interesa para nada la justicia, la verdad, la solidaridad y la sensibilidad humana. De hecho, el es singular ,es una pieza de una sociedad que sufre "metástasis axiológica", es una sociedad cuya decadencia la conduce hacia su propia destrucción, a la de sus antiguos valores, postulados y principios, que han sido relegados, desplazados y hundidos bajo la bruma de una insensibilidad, de una indolencia y de una carencia absoluta del discernimiento ,que le permite a las criaturas de Dios ,la diferenciación entre el camino del bien y aquel que conduce hacia el laberinto de la mentira, del odio, de la injusticia, del abuso y el daño al prójimo ,en fin a la negación de Dios. Consecuencialmente, los discurseadores dobles de oficio, constituyen emblemas y estandartes de la “gangrena que carcome todos los cimientos de la sociedad actual”, transformándola en el receptáculo de putrefacción, en el cual se cocinan, en sus propios en efluentes, las porciones o dosis de malignidad causantes de su propia destrucción. ¿Opine usted amigo lector?





No hay comentarios.: