En apenas ocho minutos es muy difícil tratar de entender las verdades que encierra la resurrección. En la escritura sagrada pueden evidenciarse algunos episodios relacionados con la resurrección: la hija de Jairo, la de Lázaro el amigo de Jesús etc. . No obstante, siempre persistirá para algunos la duda en cuanto a la certeza de estos hechos. Poco importan para este tipo de personas los hechos que se mencionan en la palabra sagrada o las pruebas que pudieran presentarse a favor de la resurrección. Siempre ellas, me refiero a esas personas, navegarán en el mar de la incertidumbre. La razón es una , para todos ellos: no tienen fe, no creen en el Señor, no creen que existe un poder superior a nosotros. Es obvio que para ellos la verdad estará siempre oculta y vedada. Recordemos que la palabra del Señor también nos indica que la sabiduría de los hombres es necedad a los ojos de Dios y que es más fácil que a una persona limpia de corazón, humilde y carente de sabiduría o ciencia, se le dé a conocer el tesoro más grande que puede poseer humano alguno: la sabiduría, el discernimiento y la capacidad de poder seleccionar efectivamente lo bueno por encima de lo malo, la caridad, el altruismo, la justicia, la verdad, el perdón, la solidaridad, la sencillez, el amor al prójimo, el servicio los demás etc.. La resurrección no es un cuento, es una gran verdad. Jesús dijo yo soy el camino la verdad y la vida quien creen mi no morirá y aquel que hubiese muerto aunque esté muerto vivirá. De tal manera que no es a través del razonamiento o de las ciencia que podríamos fácilmente creer en la resurrección. Ojo, no estoy afirmando que no se pueda demostrar la resurrección a través de las ciencia o la razón. Esto último también es posible. Pero el camino es más tortuoso, lleno de prejuicios y cargado de la resistencia que ofrecen los muros, escudos y chalecos protectores utilizados por quienes transitan la vida creyendo que ellos son superiores a los demás y que por encima de su persona no existe alguien más ni mucho menos con mas poder que el. Ojalá que este vídeo y sus reflexiones puedan servir de algo y especialmente en aquellos que viven tiempos de oscuridad. Amén y amén...
lunes, 3 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario