domingo, 22 de noviembre de 2009

REFLEXIONES EXISTENCIALES CON DIOS.5.-“¿POR QUE DEBO SOMETERME A DIOS?”


IMAGEN: JESUS REY DE REYES."NO CONSULTARLE A DIOS NUESTRAS DECISIONES Y NUESTROS ACTOS,NOS CONDUCE SIEMPRE A SITUACIONES QUE LAMENTAREMOS TODA LA VIDA..."MEGF.


REFLEXIONES EXISTENCIALES CON DIOS.5.-“¿POR QUE DEBO SOMETERME A DIOS?”
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA, RECOPILADA Y PUBLICADA: DOMINGO 21 NOVIEMBRE 2009.

La autosuficiencia, el egocentrismo, la megalomanía y la prepotencia, son actitudes asumidas por los seres humanos, cuyo principal objetivo es de distanciamiento cada día más, de la subordinación y el sometimiento que le debemos a Dios. El hombre en medio de la borrachera que le ha causado el desarrollo y perfeccionamiento de las más modernas tecnologías, ha creído - - - errátilmente - - - , que ya no necesita de Dios, que el es su propio Dios y que todo puede hacerlo sin el auxilio de nuestro creador. Oh error de los mil errores. El hombre, y ello es palabra de Dios, no es capaz de agregar ni siquiera un centímetro a su estatura, ni mucho menos gobernar el infinito universo. Olvida el ser humano, que todo le está sometido al rey de la creación y que no existe fórmula alguna para impedir el cumplimiento de ese designio. De seguidas transcribiré un conjunto de reflexiones que servirán para aclarar y robustecer las argumentaciones que apuntan a establecer la necesidad e imperatividad de nuestro sometimiento a los designios, preceptos y enseñanzas contenidas de la palabra de Dios y que puede ser escudriñada, aprendida ,gozada y venerada en la Santa Biblia.

“Dios nos habla en nuestra conciencia: avisos, reproches, exigencias, consuelo... Nosotros notamos que tenemos a un Señor por encima de nuestras vidas, ante el cual somos responsables, a un juez al que un día tendremos que rendir cuentas. ¿No es natural que tengamos que ocuparnos de tales exigencias, avisos y reproches de Dios? Nosotros sucumbiríamos sí ignorásemos al Señor, de nuestra vida.

Esto será la decisión más abismática y colosal de nuestra vida: ¿Si debemos someternos a Dios o no? Esta fundamental "conversión a Dios" la deberíamos hacer expresamente, y a menudo, más aún; renovarla todos los días . "Dios, creo en ti. Quiero obedecerte”.

Si negamos someternos a Dios, luego se produce la ruptura con Dios. Después ni siquiera podemos creer más en Dios. Sólo podemos creer en Dios mientras estemos en condiciones de consagrarnos a él. Únicamente cuando nuestra conciencia éste en paz, podemos creer a la larga en Dios. Si agujereamos persistentemente nuestra conciencia y los mandamientos de Dios, toda nuestra fe va rompiéndose paulatinamente. Luego, nosotros mismos somos responsables de nuestra incredulidad.

Si nos sometemos verdaderamente a Dios, El nos lo premiará con generosidad: ante todo podemos creer más hondamente en El. Aprenderemos a confiar en El, como en un padre, y en el corazón reinará la paz, la alegría y la confianza. Mas para someternos a Dios, no basta una sola decisión. Esta primera "conversión a Dios" es tan sólo el principio. Cada día nos traerá nuevas tentaciones de revocar ese sometimiento a Dios. Vamos a comentar únicamente algunos de esos escollos:

Todos queremos ser libres. No queremos vincularnos, ni siquiera a Dios: "¡No quiero servir!" Reza una antigua sentencia demoníaca. ¿Si perseveráramos en nuestra vinculación a Dios?

Además, Dios, prohíbe tantas cosas que nos seducen pese a ser malas, El exige de nosotros lo que nos resulta difícil. En esta superación se estrella con frecuencia nuestra fe. Porque Dios es tan "molesto" que no queremos saber nada más de El. La ruptura con Dios.

A muchos de nosotros tal vez les resulten otras cosas más importantes que Dios: el dinero se convertirá en el centro fascinante de su vida. El será el ídolo que regirá su vida, en vez de Dios. Este ídolo tiene también otros nombres: una posición la vida, llegar a ser algo, seguridad, tener algo en la vida, quiero tener mi tranquilidad.... Junto a esas cosas Dios, se convierte en una figura marginal. Por eso se rompe el contacto con El, se atropella a la conciencia y se seca la fe. Ruptura con Dios.

O bien nosotros decimos: no tengo tiempo para Dios; el negocio, el estudio, la familia, los amigos, el auto, la casa, la oficina, el trabajo, las compras.... Sin embargo cuando en un matrimonio los cónyuges no tienen tiempo el uno para el otro, entonces se acaba el amor. En el caso de Dios no es otra cosa diferente. Ruptura con Dios.

A veces somos sencillamente tan sólo vagos. También demasiado vagos para rezar, para asistir al oficio divino y para ir a misa. De esa manera va disolviéndose paulatinamente la vinculación con Dios. No tienen lugar las experiencias internas que emanan de la oración. La fe se hace puramente teórica, sin la cognición interna y viva de Dios. En la prueba siguiente de gravedad se derrumba la fe. Ruptura con Dios.

También el ser soberbio tendrá dificultades en doblegarse a Dios. Arrogante, altanero, de espíritu sumamente crítico, el sabe todo, mejor que los otros y está engreído por completo de sí mismo. En éstas personas altivas, la sumisión respetuosa al Dios, seguirá siendo siempre, una pequeña plantita un muy fácil de pisotear.

Sin embargo, especialmente el sexto mandamiento, sin vencer aun y mal entendido a menudo, ahuyenta a los hombres de Dios. Ello comienza ya en la juventud. Luego remuerde la conciencia y la sensación de culpabilidad va aumentando cada vez más. Finalmente los hombres huyen Dios, cuyas exigencias temen. Ruptura con Dios.

A los seres humanos nos parece a veces un deber molesto, tener que someternos a Dios. Sin embargo, quien haya conocido, aunque sólo sea una vez, un destello de la grandeza, la majestad y el amor de Dios, ése sabrá muy bien que en la tierra, no hay un servicio más precioso, que el "el servicio de Dios". Pues Dios es la patria primitiva del hombre; la mayor satisfacción que puede hallar un corazón humano". (Tomado del libro CIEN PREGUNTAS A LOS CATÓLICOS.MADINGER Herbert. Caracas-Venezuela. Ediciones Paulinas. Pág. 76 -78)



IMAGEN: JESUS REY DE REYES."NO CONSULTARLE A DIOS NUESTRAS DECISIONES Y NUESTROS ACTOS,NOS CONDUCE SIEMPRE A SITUACIONES QUE LAMENTAREMOS TODA LA VIDA..."MEGF.

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