VÍDEOS REFLEXIVOS " JESÚS ARROJA A LOS VENDEDORES DEL TEMPLO" COMENTARIO...
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADOZULIA.VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
GRABADA EL MIERCOLES 04 DE MARZO DE 2009.
TRASLADADO A LA RED DOMINGO 15 MARZO 2009.
A continuación este fragmento aleccionador
San Juan 2, 13-25
1.- INTRODUCCIÓN.
Los dos primeros domingos de Cuaresma, nos han revelado las tentaciones y la transfiguración del Señor, ahora, desde este domingo de Cuaresma y los siguientes, nos darán el sentido de la radicalidad de lo que conocemos por la fe como el Misterio Pascual, que es la síntesis de la vida de Cristo, quien pasando por el mundo y la humanidad que salva, nos conduce hacia el gozo de su resurrección, ya presente en nuestro camino terreno en un avance que se interioriza en nuestra fe de cristianos y nos impulsa por la esperanza y el amor para que por Él y con la acción del Espíritu Santo, logremos la comunión definitiva con el Padre eterno en la mansión celeste.
Hoy contemplamos a Cristo, como Templo vivo de Dios que nos convoca y reúne en su Iglesia por la ley, la cruz y la oración.
2.- CRISTO ES EL TEMPLO VIVO DE DIOS.
Partimos del pasaje bíblico del evangelio de San Juan, que nos narra la acción valiente y llena de autoridad de Jesús, cuando arroja a latigazos con furor santo a los hombres que profanaban el Templo de su Padre, con el comercio de animales para los sacrificios cultuales; los dineros de los cambistas que se ordenaban a pagar los impuestos del Templo y los vendedores de palomas que ofrendaban los pobres en el lugar santo del Señor: “Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”. El celo por la casa de su Padre fue captado por los discípulos suyos, según lo que ya se anunciaba en las Escrituras.
Ante este hecho intervinieron los judíos para preguntarle qué señal les daba para actuar así y Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré”. Cuando los judíos le replicaron que el templo había sido construido durante cuarenta y seis años, creían que era absurdo y desproporcionado que Él lo reconstruyera en tres días, pero Jesús no hablaba sino de su propio cuerpo que resucitaría glorioso a los tres días después de su muerte. Los discípulos de Jesús, recordarían después estas palabras del Salvador a propósito de su muerte en la cruz y creyeron entonces en la Escritura santa y en las palabras que Jesús había dicho.
Cristo al asumir una naturaleza humana limpia de pecado, se constituyó como el Templo vivo de la Casa de Dios, sellado y consagrado con la inmolación de sí mismo y con la entrega hasta la muerte y muerte de Cruz para la gloria de Dios y salvación de los hombres. Él como templo resucitado reúne a los hijos de su Padre dispersos por el pecado y la rebeldía en contra de Dios.
3.- CRISTO CONVOCA Y REUNE EN SÍ MISMO A LOS HOMBRES POR MEDIO DE LA LEY, LA CRUZ Y LA ORACIÓN.
A).- La Ley: la antigua alianza de Dios con los hombres se cerró con las ofrendas presentadas en el templo de Jerusalén, que fueron figura de la realidad plena de la nueva alianza. Esas ofrendas obedecían al mandato de la ley mosaica, pero con Cristo en la plenitud de los tiempos dentro de la historia de la salvación esas ofrendas han quedado superadas por la nueva ley que Cristo instaura y lleva a plenitud al ofrecerse como víctima perfecta para la salvación y redención humanas.
B).- La Cruz: es el ara del sacrificio de Jesucristo, como nuevo y definitivo Sacerdote oferente. Su motor es el amor, porque ninguno ama tanto sino aquel que da la vida por los que ama. Cristo al ofrecerse y morir en la cruz expresó irrebatiblemente su amor divino humano por los hombres pecadores y por el rescate del universo entero. La Cruz es la suprema insignia del amor de Jesús por los hombres y por la creación elevadas a la unión íntima con Dios.
C).- La Oración: Cristo con lágrimas y clamor válidos oró por los hombres muertos por el pecado y la condenación eterna. Al ofrecerse a su Padre movido con gemidos inenarrables que el Espíritu Santo hizo brotar de su corazón doliente y oferente, pudo enseñarnos lo qué es la oración que desde el ara de la cruz dirigió a su Padre con las siete palabras que dan unidad total a toda su vida de oración. El Padrenuestro es la manifestación orante perfecta y definitiva que nos enseñó para alcanzar perdón y gracia de parte de su Padre y las bendiciones del Espíritu Santo, para ser santos y alcanzar la gloria eterna más allá de esta vida asumida para siempre en el misterio de la Resurrección final.
4.- CONCLUSIÓN.
Así, los cristianos somos en forma participada el templo vivo de Cristo. Por el bautismo y demás sacramentos, vivificados por la Palabra. Llamados a formar la comunión eclesial del amor y del servicio con la cruz de cada día, orando sin cesar para cumplir la voluntad de Dios, pero realizando la ley del amor que se refiere a Dios mismo y a los hermanos…¡Vivamos pues, con el cumplimiento de la nueva ley por la cruz redentora y por la oración incesante, que como incienso de suave y fragante aroma sube hasta la presencia del Altísimo en el Templo, lleno de luz y vida, de Cristo muerto y resucitado!…
+ Fernando Mario Chávez Ruvalcaba
Obispo Emérito de Zacatecas
ETIQUETAS: amor de hijo, poder de Dios, Jesús y sus milagros,
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domingo, 15 de marzo de 2009
VÍDEOS REFLEXIVOS " JESÚS ARROJA A LOS VENDEDORES DEL TEMPLO" COMENTARIO...
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