POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE GONZALEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA .AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADO EL VIERNES 27 MARZO 2009
TRASLADO A LA RED VIERNES 27 MARZO DE 2009.
La persona egoísta está centrado en si misma y vive en un mundo cerrado.
El egoísmo es diferente al amor propio, que es necesario y saludable, porque el egoísta no siente amor hacia su persona sino desprecio y quiere todo para él porque se siente miserable y vacío.
La diferencia entre el amor propio y el egoísmo es que mientras el primero es el sentimiento de respeto por uno mismo, que no puede ceder su propio espacio, el segundo es la pretensión de utilizar a los otros para su propio beneficio, manipulándolos como objetos.
Buda decía que si la gente no se odiara tanto a si misma, habría menos sufrimiento en el mundo, porque el odio hacia si mismo se proyecta con agresividad y violencia.
El hombre egoísta está solo y aislado, por eso trata de llenar su vida con objetos. Su personalidad puede ser depresiva con rasgos obsesivos.
Esta introducción es necesaria para abordar las actitudes de esas personas que tal y como lo reseña el titulo de esta nota corta, solamente piensan en sus propios intereses, en sus metas, propósitos y objetivos. Generalmente se trata de personas vanidosas, superficiales, egoístas, ególatras, indolentes, insolidarias y ajenos a los problemas del mundo y sus soluciones. Son incapaces de dar un paso al frente cuando alguien los necesita. Viven en su propio mundo, si que “eso” puede llamarse mundo.
Estos “individuos” anhelan poseer todo, figurar en todo, lograr todo, destacarse en todo, y para ello no ahorran “esfuerzos “aunque estos estén reñidos con la ley, con la moral y con las buenas costumbres. No les importa llevarse por delante a nadie, con tal y obtener lo que se propongan. Para nada reflexionan en la necesidad de respetar el derecho de los demás, sus oportunidades y medios para concretar aquello a lo cual también aspiran.
Estos “personajillos” son la negación de la esencia de bondad con la que Dios creó al hombre. Por ello siempre afirman “Primero yo, Segundo Yo, Tercero Yo, y si hubiese un cuarto también sería yo. Ellos forman parte del paisaje grotesco de la sociedad. Su número es grande en términos de población grupal, gran parte de la humanidad los conoce, los tolera, los acepta y hasta los ensalza. En mi país por ejemplo muchos de ellos se pasean por la calles exhibiendo una riqueza ofensiva, amen, de su ilegitima e ilícita procedencia, con aire desvergonzado, aparecen en las paginas sociales de los medios impresos y aun con la complicidad de algunos canales de televisión son hasta elevados como “paradigmas del éxito, la fama y el trabajo” .Son de los que afirman: “ LA VERGÜENZA PASA PERO EL DINERO QUEDA.
Esta nota corta pretende ser una campanada, una clarinada, para qué iniciemos la transformación interior de cada uno de nosotros. Se impone un cambio profundo en la escala de valores que sirve de guía a nuestra vida. Es necesario que le demos paso al ejercicio de una verdadera justicia, al respeto de los derechos de los demás, a la práctica de la solidaridad, de la justicia, de la caridad. En fin, un giro de ciento ochenta grados que permita que nos convirtamos en seres humanos útiles, prudentes, respetuosos, sensatos y luchadores por las mejores y mas nobles causas de la sociedad. En definitiva hay buscar el reino de Dios y lo demás se te dará por añadidura. Recuerda que el egoísmo es una enfermedad terminal del alma. Animo, gozo, alegría…
ETIQUETAS: ENFERMEDAD TERMINAL,PERSONAJILLO,GROTESCO,
viernes, 27 de marzo de 2009
LA NOTA CORTA. “PRIMERO YO, SEGUNDO YO, TERCERO YO….”. ***.MANIFESTACIÓN DEL EGOISTA.
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