“ROBINSON
SOTO PIRELA… CORDIALIDAD Y BUENA DISPOSICIÓN PARA AYUDAR A LOS DEMÁS”. POR:
PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com . MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL
SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA RED: MARTES 12 DE MAYO DE 2015.
IMAGEN: PROF. DR. MERVY
ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…
“ROBINSON SOTO PIRELA
ES UNA DE ESAS PERSONAS A QUIENES LES ES MUY FÁCIL ENTABLAR UNA RELACIÓN
AMISTOSA, Y ESTAR SIEMPRE LISTOS PARA AYUDAR A LOS DEMÁS, SIN IMPORTARLE QUIEN FUERE”
PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. (MEGF) MARTES 12 DE MAYO DE 2015.
“ROBINSON
SOTO PIRELA… CORDIALIDAD Y BUENA DISPOSICIÓN PARA AYUDAR A LOS DEMÁS”.
MARACAIBO. ESTADO
ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADO Y PUBLICADO
EN LA RED MARTES 12 DE MAYO DE 2015.
Robinson Soto Pirela es
un tipo de personas a las cuales resulta muy fácil de apreciar, querer y de
respetar. Su sencillez, su muy humana forma de tratar a los demás, su
solidaridad y su amor por el prójimo, son características que cualquiera puede
advertir desde el mismo momento en el que lo conoce. Es casado desde hace más
de cinco décadas con Edivia, la hija de uno de los primos hermanos de mi abuela
materna Ana Delia Rubio Rincón viuda de González (mamá), el caballero Rafael
Ángel Rubio Rubio, una persona muy especial a quien desde muy niño aprendí a
amar con el cariño y afecto de un padre, y a respetar con mucha solemnidad. De
él tomé muchísimas de las cosas que hoy forman parte de mi patrimonio de vida.
Fue uno de mis mentores y claro ejemplo de honestidad, justicia y verdad.
Edivia, no podía ser de otra manera, es una gran mujer, una muy respetada madre
de familia, una extraordinaria esposa, dotada de gran familiaridad y muy buena
disposición para ayudar a todo el que lo ha necesitado. Por ello, pienso yo,
Dios junto a Robinson y Edivia, ya que ambos comparten la misma esencia y la
misma naturaleza en cuanto al altruismo, a la actitud del desprendimiento de
sus posesiones materiales para ofrecérselas a quien se siente urgido o posea
carencias que rayan en la subsistencia humana. A ambos la humanidad es deudora
de muchas de sus acciones de gran bondad y auxilio.
Pero retomando el
núcleo central de esta reflexiones, deseo por intermedio de estas breves
líneas, ofrecer un público testimonio y el reconocimiento a mi gran amigo y
hermano Robinson Soto Pirela a quien desde muy niño percibí como un hombre
bueno, de nobles sentimientos, de una gran sinceridad, de pulcras y muy
honestas costumbres, de un hombre trabajador acostumbrado a satisfacer todas
sus necesidades y las de aquellos que los han rodeado, con el producto de su
esfuerzo creador y de un trabajo honesto, lícito y ajustado a las normas de la
moral y de las buenas costumbres.
Recuerdo muy claramente
cuando la suerte tocó su vida y le brindó la oportunidad de mejorarla, lo cual
hizo. Obtuvo un vehículo muy bonito de color verde (Sí mi memoria no me
traiciona) que permanecía en el garaje de casa de su mamá, la Señora Celina
Pirela viuda de Soto, casa que estaba ubicada (todavía existe ese inmueble) al
lado del abasto “DEPORTIVO OBRERO”, propiedad del Señor Manuel Caridad, otra
bella persona, con un corazón que no le cabía dentro de su pecho, hombre con
una gran calidad humana, esforzado trabajador y muy apreciado en mi comunidad.
Robinson además de las características que he señalado, es un hombre muy
jocoso, afable y muy rápido en el momento de acuñar frases que han quedado para
la posteridad en nuestra querida Pomona, en Los Haticos, el Poniente, Pravia, y
sectores circunvecinos. Recuerdo dentro de las muchísimas expresiones suyas,
las siguientes: “Ningún ordeñador ordeña de rojo”, “No van muy lejos los que
huyen”, “Dios es más grande con la mata de coco” etcétera. Conozco muchísimas
personas que recibieron por lo menos un favor o auxilio de mi buen amigo y hermano
Robinson. Como buen cristiano sus favores, sus buenas actuaciones y buenas
obras se las llevará a la tumba, en él, la práctica cristiana se hace una
verdad contundente: “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano
derecha”. Desde su casamiento con mi prima Edivia Rubio González, vivió al
frente de la casa de mi abuela Ana Delia. Trabajó muchísimos años con su cuñado
(Doblemente cuñado, ya que su hermana, recién fallecida, Rosa, fue esposa de mi
primo y también fallecido Rafael Darío Rubio González, quien poseía una flota
de camiones transportadores de combustible), como conductor en uno de los
camiones distribuyendo gasolina a las diferentes estaciones de servicio en la
ciudad de Maracaibo. Cuando el negocio de mi primo Rafael Darío comenzó a
sufrir algunos problemas, Robinson inició un nuevo trabajo con la Pepsi Cola,
en la cual laboró sus últimos años de trabajador activo, fueron jornadas
laborales muy arduas y comenzaban desde la aurora de cada día. Cuando fui
estudiante regular de bachillerato y en la Facultad de Derecho de la
Universidad del Zulia, me percaté durante todo los días, del esfuerzo que
realizaba Robinson para irse muy temprano en la madrugada para la zona
industrial de Maracaibo, para reportarse ante la empresa y disponer del camión
para distribuir esa bebida gaseosa en la zona que se le adjudicara, a veces
también llegué a presenciar el retorno a su hogar a tempranas horas de la noche
de cada día. Eran más de doce horas de trabajo intenso, que este gran hombre,
que este gran ser humano realizaba diariamente. Por eso y por mucho más, se ha
ganado el respeto, el cariño, el afecto, el amor y la cordialidad y solidaridad
todos quienes le hemos conocido. Acostumbraba Robinson a pasar los fines de año,
las fiestas de Nochebuena con nosotros en casa de mamá, de Ana Delia, allí
disfrutábamos muy sanamente de esas fiestas decembrinas. Además Robinson como
sabía que en la casa de mi abuela, mis hermanos y mi persona éramos estudiantes
y no teníamos recurso alguno como para poder pasar un fin de semana
compartiendo con una buena música, una buena conversación y unas cervecitas
bien frías, Robinson los viernes y sábados, “dejaba el avío” como él lo decía
para que adquiriéramos lo indispensable, y de esa forma cuándo él llegara del
trabajo el viernes y el sábado, estuviese todo preparado para el disfrute de
una buena velada. Esto lo hacía religiosamente todo los fines de semana durante
muchos años, lo cual siempre se lo hemos agradecido, porque ello nos permitió
compensar un poco el esfuerzo que hicimos para estudiar y posteriormente graduarnos
como profesionales universitarios. Gracias Robinson por tanta bondad,
solidaridad, afecto, cariño que has tenido por nosotros (mis hermanos y yo) y
por todas nuestros familiares.
Aún recuerdo los días
domingos (ya que ese día evitabas que mi prima Edivia cocinara) y tu preparabas
y cocinabas lo mejor de tu repertorio gastronómico y sin mancar un solo domingo,
compartirlas con todos nosotros, esa sabrosa comida dominical. Cómo olvidar
esas tertulias etílico familiares, esos momentos de gran humor, de alegría, de
camaradería, que pasamos durante tantos años en la casa de la Pomona, en la
casa de mamá: mi abuela Ana Delia Rubio Rincón viuda de González. Cómo olvidar
tus sabios consejos, tus orientaciones, tu auxilio, tus ayudas económicas que
mucho nos sirvieron para comprar alguna que otra guía, cuadernos, lápices o el
complemento del precio de algún libro que en nuestra carrera necesitábamos.
Nuestra gratitud Robinson, es imperecedera y le damos gracias a Dios por
habernos permitido construir esta amistad, esta relación familiar, este afecto
sincero a prueba de cualquier desavenencia, mal entendido o torcida interpretación.
Tú imponente figura en el mundo de la amistad, de la solidaridad, de la
espiritualidad hecha acción, tu don de gentes, tu bonhomía, tu afabilidad, tus
servicialidad y tu ejemplo de gran ser humano, padre ejemplar, solicito esposo,
buen familiar, excelente amigo y buen ciudadano, te hacen un futuro habitante
seguro, del reino de los cielos. Gracias “mi viejo”, gracias Robinson Soto
Pirela, que Dios te siga dando vida y salud, y a ÉL elevo mis oraciones para
que te siga conservando y podamos compartir lo que nos queda de ciclo vital en
nuestra existencia.
Reconocimiento que te
ofrecemos: Mervy Enrique, William Antonio, Adelmo Antonio, Magly José y Enio de
Jesús González Fuenmayor, Luis Esmeiro y Clímaco José González Rubio, así como
todos los miembros de las familias González Fuenmayor y González Rubio.
Preparado y redactado
por: Prof. Dr. Mervy Enrique González
Fuenmayor. En Maracaibo, el día lunes once de mayo de 2015.
“ROBINSON
SOTO PIRELA… CORDIALIDAD Y BUENA DISPOSICIÓN PARA AYUDAR A LOS DEMÁS”. POR:
PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com . MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL
SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA RED: MARTES 12 DE MAYO DE 2015.
IMAGEN: PROF. DR. MERVY
ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…
Para citar este artículo: si se tratase del caso
ejemplificado:
GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del
Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia? Maracaibo,
Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: )
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REDACTADA EL 01 DICIEMBRE DE 2009.
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