viernes, 26 de diciembre de 2008

LA NOTA CORTA. " ¿ POR QUE CRISTO PUEDE SER DIOS ? ".








LA NOTA CORTA " ¿POR QUE CRISTO PUEDE SER DIOS?”.
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADOZULIA.VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
GRABADA EL VIERNES 26 DE DICIEMBRE DE 2008.
TRASLADADA A LA RED VIERNES 26 DICIEMBRE 2008



La interrogante que encabeza este artículo a modo de título, no es de reciente data, además la referida interrogante debe vincular ser necesariamente con otra adquirente a atinente a preguntarse sobre la existencia de Dios mismo, por ello antes de abordar el tema sobre la doble identidad de Jesús como hombre ingresos como Dios, es menester estar sobre seguro de la existencia de Dios, por ello le dedicó estar breves líneas a tal asunto ya que en algunos otros títulos de mi producción intelectual he analizado éstos a aspectos, no obstante reitero la reflexión sobre la existencia de Dios, ¿realmente existe Dios?. Ésa pregunta ha venido rondando la mente del hombre desde que tuvo conciencia de su propia existencia, de sus vacíos, de la necesidad de encontrar las respuestas trascendentales de su vida y fundamentalmente las vinculadas con el: que, como, porque, para que, donde, cual, para donde, etc... Y dentro de ésas grandes, importantes y complejas interrogantes nos encontramos con una que es como sustancial a la existencia, esencia, origen y destino del hombre. Por supuesto se trata de la existencia de Dios como creador del hombre vive la persona. Esta ha sido suficientemente debatida y además respondida no solamente en el punto de vista teológico sino también desde el punto de vista racional y por ello ya hoy ha perdido casi sustancia, la inquietud, pregunta o búsqueda de los argumentos demostrativos de la existencia de Dios. Es tan evidente la ratificación de la existencia de nuestro buen Dios que las investigaciones científicas desarrolladas con ocasión de los viajes planetarios, arrojan como resultado una profunda convicción en la existencia de un ser superior o cuando menos de una fuerza, de una energía o de alguien o algo que constituye el principio de la vida. De tal forma que poco importa que nombre hayas escogido tu para referirte al señor, a Dios, a YAHVÉ.

Otros problemas plantean las respuestas que pueda ofrecerse a la interrogante que encabeza este artículo: "¿por qué Cristo puede ser Dios?". Precisamente en los mismos términos se efectúa la pregunta el autor Herbert Madinger y para asegurarnos de sus afirmaciones y no errar en las mismas, con vuestra licencia, aquiescencia y consentimiento, me auxiliaré una cita que algunos de sus fragmentos te he extraído de su obra: "" CIEN PREGUNTAS A LOS CATÓLICOS", cuya autoría es de HERBERT MADINGER, editado por EDICIONES PAULINAS, Caracas. Venezuela. 1991. Págs.: 133-135. Pero veamos los detalles de su percepción, reflexión y criterio, del cual comparto en su totalidad:

"Jesucristo se nos presenta como un hombre completo, de carne y hueso, traído al mundo por una madre, acongojado hasta la muerte, agotado, sudando sangre, con una voluntad humana propia. Más aún : El hasta tiene que luchar para someter esa voluntad humana a la voluntad del Padre: "... pero no se haga mi voluntad, si no la tuvo ya (san Lucas 22:43) Jesucristo es un hombre auténtico que se hizo en todo igual a nosotros, exceptuando el pecado. ( HERBERT MADINGER."" CIEN PREGUNTAS A LOS CATÓLICOS", obra citada, págs. 133).


"Pero Jesucristo se nos presenta también al mismo tiempo como el Dios eterno. Él se denomina asimismo el hijo eterno de Dios, que bajó del cielo y que existía ya antes de que existiese el mundo. Tan sólo en calidad de Dios eterno puede perdonar el los pecados y unir a los hombres con Dios por medio de su cuerpo de su sangre. Únicamente como Dios eterno puede tener el aquella y omnisciencia y omnipotencia que le convierten en juez del universo. Solamente en calidad de Dios eterno tiene el derecho a exigir de los hombres: "Quien ama su padre mas que a mi no es digno de mi (san Mateo 10:37). Tal como dicen los teólogos, en la persona de Jesucristo existen evidentemente dos "naturalezas" distintas: humana y divina". (HERBERT MADINGER." CIEN PREGUNTAS A LOS CATÓLICOS", obra citada, págs. 133).


En ambos casos, que Cristo dice: "YO". Jesucristo dice "YO" cuando habla como el hombre que tomó carne de María. Pero del mismo modo, Jesucristo dice "YO" cuando habla como el hijo eterno del padre, nacido de Dios desde la eternidad. Por lo tanto mediante ese "YO" se juntan y se unen las dos naturalezas de Jesucristo: un misterio impenetrable." (Obra citada, págs. 134)

"Los teólogos llaman: " UNIÓN HIPOSTÁTICA " a la unión de las dos distintas naturalezas en el "YO" de Cristo, es decir en la persona de Jesucristo. La palabra griega: " hipostática "es voz que significa "personal". Por lo tanto la expresión " UNIÓN HIPOSTÁTICA " quiere aclarar que las dos naturalezas de Cristo están reunidas en el "YO", o sea en la persona de Jesucristo. Por lo mismo el hijo de Dios adoptó una naturaleza humana en su "YO" eterno. Ese "YO ", ese Dios eterno, no ha experimentado cambio alguno por ello". (obra citada, págs. 134).


Este misterio es sólo accesible a nuestra fe. No obstante, podemos comprender hasta cierto punto este misterio es la profunda experiencia de la oración, experimentando también al mismo tiempo que el ser humano " se une " a Dios en la oración profunda ,en la oración mística. El hombre se vivencia como una gota de agua que se fusiona con el vino uniéndose estrechamente a el. El rezador se vivencia a si mismo como un trozo de hierro puesto al fuego de Dios y uniéndose a ese fuego divino, en tal modo que ya no puede ser diferenciado del fuego. Es decir que el conserva su naturaleza férrea, pero ha adquirido a la vez la naturaleza del fuego. Aquí el hombre vivencia como una corazonada su "participación" en la naturaleza divina (2ª carta de san Pablo 1:4 ).Sin embargo la gracia de nuestra " participación " en la naturaleza divina es solamente un débil reflejo de aquella unión mucho más profunda aún entre la naturaleza humana y la divina en la persona de Cristo. Esa unión la hemos de vivenciar en un modo más íntimo aún en la plena contemplación espiritual de Dios, estando unidos a Dios. La gracia que ahora es solamente un " pago a cuenta" de aquella plena participación de la naturaleza divina, debe arder dejó en un auténtico incendio. Después entenderemos de una manera más honda aún en que modo inimaginable está unida con Dios la naturaleza humana de Jesucristo. Cristo, que es Dios mismo, sigue siendo para nosotros, un misterio impenetrable. Pero hoy sabemos que todas las realidades últimas y más profundas se sustraen a nuestra imaginación y a nuestro entendimiento. No podemos tocar con nuestras manos el misterio de Cristo. Sólo podemos aguardar a aquel instante en que la fe se sumerge en la contemplación. Cristo es uno solo y, a pesar de todo, hombre y Dios. (HERBERT MADINGER." CIEN PREGUNTAS A LOS CATÓLICOS", obra citada, págs. 133-134)






Jesucristo es Dios. La institución del sacerdocio pasar de su propia voz y autoridad evidencia de manera irrefutable esta condición. Basta con escudriñar la palabra sagrada para concluir que la autoridad de Dios en Jesucristo es incuestionable. Él nos enseñó: Quien me ha visto, a mi padre ha visto. Quien escucha mi voz escucha la de mi padre. Pues yo estoy en mi padre y mi padre está en mí. Nadie va el padre si no es por mí, estas son sólo algunas de las múltiples expresiones encontradas en la Biblia que demuestran la condición divina, la condición de Dios de nuestro señor Jesucristo.
Por considerarlo importante incluyo en estas reflexiones, las notas definitivas de mi artículo: "¿SACERDOTES O CURAS SON NECESARIOS?" Escrito en versión electrónica en fecha jueves 23 octubre de 2008 y que puede localizarse en algunos de mis blogs , del cual señalaré uno a título de información: mervyster. blogspot.com.

NOTAS FINALES



Deviene en pedagógico, ilustrativo y de gran utilidad las palabras expresadas por el autor ya citado y las que comparte plenamente este articulista y que se condensan en el siguiente texto: "efectivamente nosotros podemos apreciar muchos aspectos de los desvelos pastorales de los sacerdotes por nosotros; ellos se preocupan de que se construyan iglesias y de que tengamos allí a nuestros oficios divinos. Ellos luchan para que nuestros hijos reciban enseñanza religiosa en el colegio. Ellos procuran formar a la juventud en un espíritu religioso, en las obras de retiro espiritual, en las clases para jóvenes y en los hogares juveniles. Centenares de miles se van de misioneros renunciando a todos los bienes de la civilización, al sol abrasador, a los desiertos helados y a las selvas vírgenes. Por medio de signos visibles de la caridad, ellos intentan hacer comprensible a los hombres el amor de Cristo, hospitales cristianos asilo de ancianos, jardines de infancia parroquiales, aldeas infantiles, misiones de asistencia en las estaciones, etc. etc. Si no tuviésemos a esos padres espirituales, a esos pastores de Cristo, nos hundiríamos aún más en nuestras preocupaciones cotidianas laicas, en el consumo recreativo, en la caza del rendimiento; sin oración, sin dejar bautizar siquiera a nuestros hijos, olvidando Dios. Cristo instauró ese sacerdocio al conferir plenos poderes y el misterio para la misa, el bautismo, la confesión, la consagración etc. ¿Si necesitamos curas? Si necesitamos a Cristo, entonces, precisamos también al sacerdote, al cura. El es la mano mediante la cual Cristo nos bendice y guía".

Es más que evidente la necesidad de los sacerdotes, curas, pastores o como tú quieras llamarlos. Lo cierto de manera categórica, enfática e incuestionable es que el sacerdocio fue instituido y lo ordenado instituir por el propio Jesús a sus apóstoles y éstos a su vez por mandato de Jesucristo resultaron y vestidos por la fuerza del propio Jesús y del espíritu santo para que pudieran ordenar los sacerdotes futuros. Así lo os que ellos ordenaron instituyó a otros y éstos a los que le sucedieron y de esa manera hasta nuestra época. La institución del sacerdote no es un invento de los hombres ni mucho menos de nuestra santa iglesia. He aquí una diferencia un notable con las sectas que pululan desde hace 1200 años aproximadamente, la humanidad. Las sectas generalmente no comparten los sacramentos, no practican la confesión ni la reconciliación. Para ellos la comunión no existe e incluso la repudian y se declaran enemigos de ella. Esos falsos predicadores, embaucadores, charlatanes y estafadores trabajan para su propio reino, el reino del dinero, de sus propios intereses, de sus propias casas, "de sus propias iglesias", cada uno de ellos tiene su iglesia propia y yo diría que manejan una Biblia propia, pues tuercen la interpretación de la palabra del señor y la acomodan a su propia conveniencia, pretenden establecer un falso reino de Dios por el temor y hacen del diezmo una prestación de obligatorio cumplimiento so pena de perder alma y morir en el infierno, en el largo azufre, en el fuego eterno.

Es curioso que en esa misma sectas- - - y para ello basta ver la televisión, escuchar la radio o tal vez curiosear en nuestra vecindad- - - en la actualidad, como ya la gente está dudando de su legitimidad, de sus orígenes y de la conducta y actitudes de quienes las dirigen y fomentan; que hoy se hacen llamar ni siquiera pastores, hoy insisto, se autodenominan apóstoles, profetas y los más envilecidos se autocalifican como maestros. Es decir una especie de mixtura, de híbrido, de masa amorfa, con lo cual pretenden confundir a la gente ya que inclusive utilizan la indumentaria de nuestros sacerdotes, pues algunos se visten de sotana y con algunos otros elementos que caracterizan nuestros sacerdotes, obispos y cardenales. Debemos estar alertas para que no caigamos en la tentación de seguir falsos profetas, falsos adoradores de Dios y enemigos de la verdad.

ETIQUETAS: doble naturaleza, participación, misterio impenetrable, transubstanciación,

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