miércoles, 24 de diciembre de 2008

LA NOTA CORTA " LUZ EN EL MIRAR Y EN EL JUZGAR"








LA NOTA CORTA " LUZ EN EL MIRAR Y EN EL JUZGAR”
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADOZULIA.VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
GRABADA EL MIERCOLES 24 DE DICIEMBRE DE 2008.
TRASLADADA A LA RED MIERCOLES 24 DICIEMBRE 2008.

A nadie le gusta equivocarse, pero es natural incluso hasta necesario equivocarnos. Los científicos han concluido que el aprendizaje se hace más efectivo y productivo mediante el método de acierto y error. Es decir que cuando nos equivocamos, esta situación permite ponderar las distintas variables que se nos presentarán en el futuro cuando nos toque decidir una situación parecida a aquella en la cual nos equivocamos. En este caso es casi seguro que la persona que se equivocó la primera vez, no lo hará por una segunda, ya que su mente y su cerebro le advertirán que como punto referencial tuvo la situación similar y como la decisión equivocada, por ello en esta nueva situación actuará con mayor tendencia y con seguridad decidirá correctamente.


De las reflexiones anteriores surge una verdad evidente que es aquella que tiene que ver con el lado positivo de las cosas que nos ocurren generalmente cuando nos toca vivir situaciones difíciles, de tristeza, de dificultad, que pena o de tribulación. Pensamos que el mundo se ha venido sobre nuestros hombros y que todas esas cosas desagradables en cualquier momento pueden ponerle punto final a nuestra existencia, a nuestro proyecto de vida, a nuestro plan de vida, a nuestros propósitos. Sin embargo es necesario que fijemos de manera permanente en nuestro cerebro y en nuestra mente, que todas las cosas tienen un lado positivo y que si bien es cierto la vida no es un lecho de rosas ni mucho menos un escenario en el cual sólo se repiten acciones agradables, buenas, positivas y de gran paz. La vida necesariamente está integrada por cosas que nos gustan y por cosas que nos disgustan, cosas "buenas" y otras que " no son tan buenas". Lo trascendente, lo importante, lo útil, lo pertinente, es que nosotros aprendamos a valorar en su justa medida los acontecimientos que nos ocurren. No somos los únicos que tienen problemas, ni tampoco los primeros, ni mucho menos los últimos. Siempre resultara en benéfico buscar el lado bueno de las cosas, lado que siempre existirá. La palabra de Dios es categórica: “todo es para bien” .Lo sugerente y conveniente es asumir lo positivo de todo aquello que nos sucede , ya que al hacerlo estaremos cumpliendo con un principio cristiano: aceptar los designios de Dios e interpretar conforme al espíritu santo los diversos acontecimientos que nos afectan, en orden a permitir y actuar por nuestra parte, según las actitudes, conductas y pronunciamientos acordes al proyecto de salvación ,que mucho antes de que naciéramos: Dios nos tiene preparados para nosotros. Los problemas forman parte del diario vivir. Ya en la palabra del señor se nos enseña que cada uno de nosotros tiene su propia cruz y esa cruz no es más que el conjunto de problemas, de dificultades, de contradicciones, de penas, de tristezas, que a cada uno de nosotros les toca vivir, porque así lo dispuso la Providencia, del mismo modo, las consecuencias que de nuestras actuaciones, nuestras actitudes, nuestras decisiones generan una vez que las mismas se hayan materializado. De allí que es preciso recordar en éste momento el episodio bíblico según el cual el joven rico se le acercó a Jesús y le dijo: Rabí Dios soy un joven rico, que es solidario con el prójimo, que reparte dinero al hambriento, ayudo a los necesitados y cumplo con todo los mandamientos de la ley de Moisés ¿Que he de hacer para entrar en el reino de los cielos? A lo cual Jesús respondió: "vende todo lo que tienes y el resultado de esa venta regálalo a los pobres, luego toma tu cruz y sígueme".. El joven rico se entristeció y volvió a su lugar de origen. Obviamente el tesoro de este joven rico no estaba en Dios sino en el dinero. Este pasaje lo postulo como paradigma de enseñanza para aquellos que todavía aún consideran que la vida debe discurrir entre cantos, sirenas, y campanadas.
Si tu crees que la vida irá a discurrir entre momentos y situaciones únicamente alegres, cargadas de felicidad, de un remanso de paz, de placer, de bienestar y de dicha, lamento decirte que ello no es verdad y que por el contrario, si hay algo seguro en el acontecer de hechos situaciones y momentos en nuestra vida, son aquellos vinculados con el desencuentro, con el desafecto, con el desamor, con la dificultad y con el inconveniente. Ello es necesario, para que nosotros cumplamos nuestra obligación de cristiano relativa a llevar nuestra propia cruz. Ésa cruz está representada por los problemas que hemos mencionado, entre algunos otros, y dicha cruz debemos cargarla, pues de otra manera no seríamos testigos auténticos de Jesucristo, ni sus misioneros y menos multiplicadores de las enseñanzas que tiene su palabra. No hay reino sin cruz. No hay resurrección sin la pasión de Cristo. Es así que debemos mirar a cada acontecimiento desagradable de nuestra vida, desde el ángulo positivo y de la enseñanza útil y necesaria. Ello nos transformará en verdaderos servidores, misioneros y constructores del reino del amor, del reino de la verdad y del reino de la justicia, reino que en definitiva es el reino de Dios. Todo lo que se expresó nos lleva a aseverar que el mirar y el juzgar están en proporción directa con nuestras creencias, nuestros afectos y principalmente con nuestra vinculación con Dios. A menudo nuestra apreciación sobre los demás, sobre el mundo y la vida será mas objetiva, mas humana, más justa, más verdadera y mas bondadosa, siempre que nos postremos ante el señor y le doblemos nuestra servís. Ánimo, gozo, alegría....




ETIQUETAS: decisiones, joven rico, cruz y resurrección, dificultades, ángulo positivo

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