ORACIÓN “SEMILLA DE RESURRECCIÓN”
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL LUNES 02 DE JUNIO DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN VIERNES 20 DE FEBRERO DE 2009.
(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González VIERNES 20 DE FEBRERO DE 2009.
O R A C I Ó N
Transfórmame señor con tu espíritu por ti madrugo al par de la mañana y me acerco a la cumbre del tabor. Despiérteme la luz de tu mañana y cúbreme la nube de tu amor. Que sienta el paso de tu espíritu como Pascua de fuego abrasador. Dame fuerza señor para seguirte fielmente. Quien se da y muere al darse, vive el secreto de Dios. De la semilla enterrada brota la resurrección. Solamente los humildes son premiados del señor. Muéstrame oh Dios tus caminos con el alzar del nuevo sol. Tú eres Jesús mi salvador. Te confieso mi mesías y guía del espíritu de Dios. Verdad camino y vida. Gozosa luz del corazón. Tú eres mi Pascua jubilosa, rosal de mi alegría en flor. Al hombre me cada mañana el fuego dentro de salvador. Amén y amen...
COMENTARIO
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Hermano y hermanas, amigos y amigas que nos escuchan esta mañana ,el señor nos ha escuchado y hemos escuchado también su enseñanza ,porque orar es conversar con Dios. La vida y la oración son inseparables. Una vida sin oración es como una vida que ignora la dimensión esencial de la existencia, como una vida que se contenta con lo visible sin descubrir la inmensidad y la eternidad del destino humano. Descubrir a fondo la oración, significa descubrir, afirmar y vivir el hecho de que todo tiene dimensión de eternidad, de inmensidad. El mundo del cual vivimos no es un mundo profano, aunque muy a menudo logramos profanarlo. De suyo, salió de la mano de Dios y es amado por el. Para entender el valor que Dios le atribuye este mundo basta pensar en la vida y muerte de su único hijo. Pero esto lo podemos entender si oramos, como sólo orando, podemos entender que cuanto nos rodea tiene un valor sagrado los ojos de Dios. No orar significa dejar fuera a Dios, de la existencia y no sólo a Dios, sino con el, a todo lo que Dios puede significar en el mundo que ha creado y en el cual vivimos. Si queremos aprender a orar es preciso ante todo, que nos hagamos solidarios de la realidad entera del hombre, de su destino y del destino del universo. Tenemos que asumirlo enteramente .Este es en el fondo el acto esencial cumplido por Dios en la encarnación, y que se torna intercesión para nosotros. Ordinariamente cuando nosotros pensamos en la intercesión, creemos que consiste en recordarle a Dios bonitamente las cosas que el ha olvidado hacer .En realidad la intercesión consiste en dar un paso que nos lleve al interior de una situación trágica, un paso que como dicen los teólogos es cualitativamente igual que el de Cristo hecho hombre una vez para siempre. Con respecto al mundo, nosotros debemos dar un paso que nos introduzca en una situación de la que ya deberíamos salir. No es fácil .Pero lo malo es tener una idea falsa de la vida como de la oración. Muy a menudo pensamos que la vida consiste en agitarse y la oración en retirarse a un lugar solitario y olvidar del todo a nuestro prójimo y a nuestra misma situación humana. Pero ello es falso, esto es calumniar a la vida y calumniar a la misma oración. Si hay momentos o periodos en que para establecer una relación personal con Dios creamos nosotros un aislamiento, un olvido, estemos seguros que será el mismo, quien nos recuerde a los hermanos y quien nos envíe a ellos, para revisar en solidaridad con ellos nuestro amor. Es Dios mismo encarnado en Cristo, la expresión más elevada y viva del amor, quien ha dado a cada uno de nosotros y a su iglesia, el mandamiento del amor al prójimo como mandamiento suyo: AMAOS COMO YO OS HE AMADO, es decir, hasta el sacrificio total de si .Por ello aprender a orar significa sobre todo, hacernos solidarios con la realidad terrena. Los ojos de quien reza a Dios, deben ser o por lo menos tratar de lograrlo, ojos que miran con simpatía al universo entero, de la realidad física a la espiritual, de la naturaleza a la gracia, de las piedras en que se asienta sus pies a los ángeles en los que cree por testimonio de Cristo y que anhelan el mundo invisible. Hasta que el hombre no sea capaz de aceptar lo creado, no puede tener una relación de amor con Dios ,que ha ideado y sostenido y continua ideando y sosteniendo la creación. Existe una unidad en el todo y Dios se halla en el centro esa unidad. Dios es como el rostro de lo real ,el corazón del universo. Por ello desde esta perspectiva podremos dialogar vitalmente con el que nos ha querido, cómo ha querido al todo. Es así que además de el : AMAOS COMO YO OS HE AMADO, debemos amar al prójimo como a nosotros mismos .Ánimo, gozó, alegría...
ETIQUETAS: EXPRESIÓN ELEVADA, AISLAMIENTO Y OLVIDO, VIVIR Y ORAR,
N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.
viernes, 20 de febrero de 2009
ORACIÓN " SEMILLA DE RESURRECCIÓN "
Etiquetas:
DAR Y DARSE,
MORIR Y DAR VIDA,
NACRE Y RESUCITAR
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