ORACIÓN “CREER Y HONRAR A MARÍA”

ORACIÓN “CREER Y HONRAR A MARÍA”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES 07 MAYO DE 1998.
TRALADADA A LA RED EN JUEVES 25 DE JUNIO DE 2009.


(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: JUEVES 25 DE JUNIO DE 2009


O R A C I Ó N

Creo que la madre de Dios es también mi madre. Creo que soy hijo de la madre del redentor. Creo oh Virgen Auxiliadora que tu mirada no se aparta jamás de mí. Creo que los que te honran poseerán la vida eterna. Creo que gozas cuando te llamo. Creo que comprendes plenamente mi llamada. Creo que lo que me niegas, me lo niegas por amor maternal. Creo que te preocupas cuando me ves sufrir. Creo que te alegras cuando me arrepiento de mis pecados. Creo que curas mis heridas, cuando te lo permito. Creo también que no te cansas de ayudarme aún en los momentos de la mala voluntad mía. Creo virgen madre, que me amas con amor de preferencia cuando trato de ser mejor. Creo virgen María, que me amas con amor de misericordia cuando me dejo vencer por el mal. Creo también virgen santa, que me quisiste desde el primer momento de mi vida. Creo virgen madre de Dios que te amaré por toda la eternidad y creo también que cuando Dios quiere hacer santa a una persona, la hace muy devota de la virgen madre María. Creo también madre de Dios, que así como los latidos del corazón son señal segura de vida, así al invocarte con frecuencia, es también señal de vida eterna. Creo que si tengo fe en María Auxiliadora veré lo que son milagros. Creo también que en los asuntos de salud, la santísima virgen, puede hacer lo que no pueden obtener los médicos. Amén y amén...


COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Es extraordinariamente hermoso conversar con la virgen madre del señor. Sentir ese infinito amor, esa infinita dulzura derramándose en todo nuestro ser y una emoción muy, pero muy trémula, nos obliga a sentir las cosas maravillosas que esa virgen madre irradia de su corazón, envolviéndonos en situaciones de mucha paz y sentirnos seguros por su intercesión ante el mismísimo Jesús: su hijo. Hermana y hermano radioyentes tenemos que honrar a la virgen María, porque Jesucristo la amó y la honró primero.¿ Que hijo puede haber existido en el mundo, que haya amado y honrado más a su propia madre que nuestro señor Jesucristo ¿Y si el honró y amó tanto la virgen madre María ,como no la vamos a honrar también nosotros y amarla con todo el corazón? Porque el cuerpo humano con el cual Jesús nos salvó en la cruz, se lo dio la virgen María. Durante nueve meses ella formó en su vientre, por milagro del espíritu santo, el cuerpo sacratísimo de Jesús. Los ojos de Jesús se los dio su madre, la virgen María. La sangre con que nos salvó en la cruz se los regaló su madre la virgen María, cuando lo formó en su vientre Las manos con las que bendecía, la lengua con la cual pronunció tan bellos discursos enseñanzas, también se los dio María. Su corazón que tanto nos amó y que fue traspasado por la lanza en la Cruz, todo, todo su sacratísimo cuerpo fue formado en las entrañas de la Inmaculada virgen María. Por esa razón, amigos y amigas que me escuchan, honramos a la virgen María. Ella formó y trajo al mundo al que nos redimió de nuestros pecados. Honramos a la virgen María, hermano y hermana radioyentes, porque ella es la madre del hombre más importante del mundo. Con razón honramos a las madres de los grandes héroes, de los grandes campeones y de los grandes sabios, y la virgen María es la madre del campeón de todos los campeones, del rey de todos los reyes, y del más sabio y bondadoso de todos nuestros amigos: nuestro señor Jesús.¿ Entonces hermano y hermana radioyentes ,porque no honrar con todos los honores posibles a la madre del más grande personaje de todos los siglos: a la madre de nuestro señor Jesucristo? Por eso algunos hermanitos separados, están en un gran error. Ellos honran a la madre de todos sus amigos, menos a la madre de su mejor amigo: Jesucristo. Honran y veneran a las madres de los héroes y más famoso personaje de todos los tiempos: nuestro señor Jesucristo. A la madre de nuestro señor debemos honrarla y debemos creer en su intercesión porque María es la Inmaculada virgen madre de nuestro señor Jesucristo y a través de ella encontramos, en Jesús su hijo la intercesión necesaria para que todos tus experimentos sean provistos por amor al señor. Ánimo, gozo, alegría....





ETIQUETAS: Intercesora, honra, cuerpo humano, campeón, héroe.


N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.