martes, 11 de mayo de 2010

ARTÍCULO.”REFLEXIONES SOBRE EL FRACASO Y NUESTROS TEMORES”



IMAGEN:SEMBLANZA DEL MIEDO...

"QUIEN PERSEVERA EN LA BUSQUEDA DEL EXITO NORMALMENTE LO LOGRA".MEGF.(MARTES 11 DE MAYO DE 2010).


ARTÍCULO.”REFLEXIONES SOBRE EL FRACASO Y NUESTROS TEMORES”
POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE GONZALEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA .AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED MARTES 11 DE MAYO DE 2010.

“Una de las más grandes preocupaciones de nosotros, los seres humanos, son nuestros miedos por el porvenir, son nuestros temores, al punto tal que a veces, la depresión y la tristeza nos paralizan. Pero cuando reflexionemos, no debemos excluir de esas reflexiones a nuestras capacidades, a nuestro entendimiento, a nuestras fuerzas, pero principal y fundamentalmente recordar que todo viene y le pertenece a Dios, que gracias al sacrificio de nuestro señor Jesús, fuimos reivindicados, sanados y perdonados de nuestras culpas. No se pueden vencer ni el temor, ni el miedo, ni el pánico ni al fracaso, sino contamos con la protección, auxilio, discernimiento y fuerzas que nos concede nuestro Buen Jesús, Redentor y Mesías nuestro. Cuando los temores, miedos, debilidades e impotencias se adentren en nuestra existencia, resulta de gran ayuda pensar en lo siguiente: Señor Jesús tu siempre estas con nosotros a quien temeré, tu eres la fuerza que lo vence todo, que lo puede todo, que lo soluciona todo, entonces la paz y el sosiego retornan a mi. Así se cumple tu palabra: “Observa la obra de Dios: ¿quién puede enderezar lo que él torció? Disfruta de los días felices y en los días adversos, reflexiona: Dios hizo que se sucedan unos a otros, de manera que el hombre no descubra nada de lo que vendrá después de él”.
“A cada dia le bastan sus propios afanes” dice la palabra de Dios.¿ Quienes somos nosotros para dudar de la veracidad, fuerza e imperatividad de esta hermosa y esperanzadora enseñanza ?Vivamos el presente con máxima plenitud, disfrutando los momentos de felicidad que los días nos ofrecen. Pero también mostremos y practiquemos nuestra confianza y fe en Dios cuando los días adversos se presenten. Con seguridad debemos creer que Dios estará siempre con nosotros y muy especialmente en esos momentos de gran dificultad, pues El conoce nuestras debilidades y tentaciones. Nadie conoce el futuro, le toca a Dios la llegada de los tiempos, en su condición de Dueño y Señor nuestro. La seguridad y la confianza en nuestro Señor Jesús manifestada sin ningún tipo de duda, hará que los temores y miedos que nos perturben sean vencidos y extinguidos para siempre. Donde reine el amor de Dios, su paz y su justicia, no pueden convivir la pena, la tristeza y mucho menos el temor”. (Tomado de la ORACIÓN. “SEÑOR JESÚS CONTIGO VENZO MIS TEMORES”.POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.PUBLICADA EN LA RED: MARTES 20 DE ABRIL DE 2010).



“Es mejor perderse que nunca embarcar, mejor tentarse a dejar de intentar, aunque ya ves que no es tan fácil empezar”. Estas palabras del tema musical “Color esperanza” del cantante argentino, Diego Torres, nos ponen en guardia contra uno de los peores enemigos de nuestra vida. Tenemos muchos propósitos, nos gustaría emprender grandes proyectos, y quisiéramos superarnos en muchos aspectos, pero siempre hay algo que nos paraliza: el miedo al fracaso. Parece ser que el lema de nuestra vida es: “ser sobresaliente o nada”, y ante los primeros síntomas de una derrota, nos desanimamos y dejamos todo a la deriva.Este es el verdadero fiasco, dejar todo a la deriva, no emprender nada por temor a fracasar. Las caídas son algo normal en el ser humano que está luchando por alcanzar algún objetivo en su vida. Perder una batalla no significa perder la guerra.¿Qué hacer para vencer el miedo al fracaso que tantas veces nos paraliza?En primer lugar debemos tomar consciencia de que la lucha es algo connatural a nuestra condición humana. Ya nos lo decían las escrituras: “Militia est vita hominis super terram”.Somos hombres, no ángeles, y como tal resulta muy obvio que podemos equivocarnos.

En segundo lugar debemos confiar, “pintarnos la cara color esperanza” diría en la misma canción el cantante anteriormente citado. Pero ¿en quién o en qué debemos confiar?Nosotros necesitamos tener esperanzas -más grandes o más pequeñas- que día a día nos mantengan en camino. Pero sin la gran esperanza, que ha de superar todo lo demás, aquellas no bastan. Esta gran esperanza sólo puede ser Dios, que abraza el universo y que nos puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar (Benedicto XVI, Spe Salvi, nº 31).
Necesitamos tener motivaciones humanas precisamente porque somos humanos, y fácilmente nos cansamos si seguimos únicamente motivaciones sobrenaturales, pero ellas no pueden superar a la esperanza en Cristo. Siguiendo únicamente esperanzas pequeñas podemos llegar a hacer cosas muy buenas, pero limitadas como nuestras propias fuerzas, en cambio, con nuestra Gran Esperanza, podemos alcanzar incluso aquello que sobrepasa nuestras fuerzas. Necesitamos esperar en algo o en alguien para alcanzar frutos en nuestra vida, quien en nada espera, nada consigue.

Podemos ver ejemplos de personas de todo tipo que, a lo largo de la historia, han luchado y han tenido esperanzas -más grandes o más pequeñas- y han salido triunfantes.Albert Einstein era considerado por sus padres un deficiente mental cuando era niño. A los tres años todavía no había aprendido a hablar. En la escuela fue un estudiante no destacado. Sin embargo, no se dejó llevar por esas limitaciones que podrían asustarlo, y por medio de un gran esfuerzo y de una esperanza en sus cualidades que parecían estar ocultas, salió adelante. Hoy, quien era tenido por deficiente mental, es considerado un genio.

El cura de Ars tuvo muchas dificultades en sus estudios. No conseguía aprender el latín. Teniendo 20 años de edad, era aventajado ampliamente por sus compañeros de 12 y 13 años. Reprobó exámenes en varias ocasiones, después de haber estudiado días y noches enteras, y fue aconsejado por sus superiores a abandonar la vocación sacerdotal debido a su limitada capacidad intelectual. El Cura de Ars confió en la Gran Esperanza, siguió luchando, y obtuvo de Dios la gracia de ser ordenado sacerdote (algo que no podía alcanzar con sus propias fuerzas), aunque sus capacidades intelectuales no crecieron en lo más mínimo, y hoy es el patrono de los sacerdotes.

Después de estas sencillas reflexiones tenemos que volver a nuestras ocupaciones ordinarias del día a día, al mismo ambiente que nos rodea, afrontando los mismos problemas de siempre. La vida parece una historia repetida y aburrida. Ofrece siempre lo mismo y nunca cambia. Nosotros podemos hacer más divertida nuestra vida, haciendo extraordinarias nuestras cosas ordinarias, con lucha y esperanza. Cuando nos cueste el estudio, hay que seguir luchando, confiando que en el día de mañana nos será útil en nuestra vida. Cuando nos cueste repetirle a nuestros hijos por décima vez lo mismo, hay que confiar que el hacerlo les ayudará a ser personas educadas en el futuro. Cuando nos parezca inútil continuar un proyecto emprendido y pensemos que ya no podemos, ahí debemos confiar en que Dios sacará de ello un fruto abundante, y seguir trabajando.La vida es un combate, pero sólo quienes luchan y tienen esperanza la viven en plenitud”.(Tomado del Artículo: El Miedo Al Fracaso. Autoría de Santiago Casanova, L.C. | Fuente: Catholic.net )



IMAGEN:SEMBLANZA DEL MIEDO...

"QUIEN PERSEVERA EN LA BUSQUEDA DEL EXITO NORMALMENTE LO LOGRA".MEGF.(MARTES 11 DE MAYO DE 2010).


Para citar este artículo: si se tratase del caso ejemplificado
GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia?. Maracaibo, Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: http://www.inemegf.blogspot.com)
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