ARTÍCULO.-“VARIEDAD DE RAZONES PARA REZAR EL AVE MARÍA”.

IMAGEN:LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Y EL NIÑO JESÚS...

"MARGINAR A LA VIRGEN MARÍA DE SU SANTIDAD Y AUXILIO EN LA SALVACIÓN HUMANA ,ES NEGAR LA EXISTENCIA DEL MISMÍSIMO JESUCRISTO,EL HIJO DE DIOS Y SALVADOR NUESTRO".MEGF.(VIERNES 14 DE MAYO DE 2010)


ARTÍCULO.-“VARIEDAD DE RAZONES PARA REZAR EL AVE MARÍA”.
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA-AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED VIERNES 14 DE MAYO DE 2010..

Hace tiempo escribí un conjunto de reflexiones sobre el perdón, y en ellas incidentalmente mencioné un aspecto relativo a nuestra Santísima Virgen Madre María, Madre de Dios y Madre nuestra, que creo de pertinencia reproducir en este artículo. “En principio ha de precisarse lo que debe entenderse por una obra de misericordia, y es más que obvio que, esta se relaciona con cada uno de aquellos actos con que se socorre al necesitado, corporal o espiritualmente. Para nosotros la mayor de parte los seres humanos, por las limitaciones propias de nuestra condición, - - -creemos que la razón estriba en nuestra concepción humana de la culpa, la responsabilidad, y el perdón , distinta a la del Derecho Natural y a la que Dios consagra- - -.asumimos que una vez que incurrimos en errores graves de nuestro proceder, en la toma de decisiones que afecten el patrimonio, la moral o la vida de individuos e instituciones, debemos ser castigados inexorablemente y además, marginados socialmente, sin que se nos permita una nueva oportunidad para enderezar, subsanar u corregir las consecuencias negativas y dañosas de nuestros actos. La buena noticia es que Dios perdona siempre. Ese perdón nos los concedió gratuitamente y sin merecerlo, el sacrificio hecho por el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo en su pasión, crucifixión, muerte y resurrección, en la que venció al pecado, a la muerte y al maligno. El es la reivindicación de Adán y de todos los errores, culpas y pecados, pasados, presentes y futuros de todos los hombres. Al igual que nuestra Virgen Madre María, Madre de Dios y Madre nuestra, es la reivindicación de Eva y de todas las desobediencias y pecados pasados, presentes y futuros de todas las mujeres”.( Tomado de : LA NOTA CORTA .¿ POR QUE ES TAN DIFICIL CREER QUE PODEMOS TENER OTRA OPORTUNIDAD PARA CAMBIAR Y REHACER NUESTRA VIDA? POR PROF.DR.MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.MARACAIBO-ESTADO ZULIA-REPÚBLICA DE VENEZUELA-AMÉRICA DEL SUR.REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED: LUNES 29 DE MARZO DE 2010).

Por otra parte también publiqué en la red una oración en honor a la Virgen María, con su comentario, que vio su primera aparición en el Programa de Radio “Conversando Con…” que conduje entre el año 1996 al 1999, en la estación radioeléctrica: Radio Lumen 2000, con sede en mi ciudad natal Maracaibo-Estado Zulia-República de Venezuela –América del Sur, y que con la aquiescencia de mis lectores, trascribo de seguidas, dada la vinculación con la temática que se ofrece en este artículo.


O R A C I Ó N. Creo que la madre de Dios es también mi madre. Creo que soy hijo de la madre del redentor. Creo oh Virgen Auxiliadora que tu mirada no se aparta jamás de mí. Creo que los que te honran poseerán la vida eterna. Creo que gozas cuando te llamo. Creo que comprendes plenamente mi llamada. Creo que lo que me niegas, me lo niegas por amor maternal. Creo que te preocupas cuando me ves sufrir. Creo que te alegras cuando me arrepiento de mis pecados. Creo que curas mis heridas, cuando te lo permito. Creo también que no te cansas de ayudarme aún en los momentos de la mala voluntad mía. Creo virgen madre, que me amas con amor de preferencia cuando trato de ser mejor. Creo virgen María, que me amas con amor de misericordia cuando me dejo vencer por el mal. Creo también virgen santa, que me quisiste desde el primer momento de mi vida. Creo virgen madre de Dios que te amaré por toda la eternidad y creo también que cuando Dios quiere hacer santa a una persona, la hace muy devota de la virgen madre María. Creo también madre de Dios, que así como los latidos del corazón son señal segura de vida, así al invocarte con frecuencia, es también señal de vida eterna. Creo que si tengo fe en María Auxiliadora veré lo que son milagros. Creo también que en los asuntos de salud, la santísima virgen, puede hacer lo que no pueden obtener los médicos. Amén y amén...COMENTARIO.
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA).Es extraordinariamente hermoso conversar con la virgen madre del señor. Sentir ese infinito amor, esa infinita dulzura derramándose en todo nuestro ser y una emoción muy, pero muy trémula, nos obliga a sentir las cosas maravillosas que esa virgen madre irradia de su corazón, envolviéndonos en situaciones de mucha paz y sentirnos seguros por su intercesión ante el mismísimo Jesús: su hijo. Hermana y hermano radioyentes tenemos que honrar a la virgen María, porque Jesucristo la amó y la honró primero.¿ Que hijo puede haber existido en el mundo, que haya amado y honrado más a su propia madre que nuestro señor Jesucristo ¿Y si el honró y amó tanto la virgen madre María ,como no la vamos a honrar también nosotros y amarla con todo el corazón? Porque el cuerpo humano con el cual Jesús nos salvó en la cruz, se lo dio la virgen María. Durante nueve meses ella formó en su vientre, por milagro del espíritu santo, el cuerpo sacratísimo de Jesús. Los ojos de Jesús se los dio su madre, la virgen María. La sangre con que nos salvó en la cruz se los regaló su madre la virgen María, cuando lo formó en su vientre Las manos con las que bendecía, la lengua con la cual pronunció tan bellos discursos enseñanzas, también se los dio María. Su corazón que tanto nos amó y que fue traspasado por la lanza en la Cruz, todo, todo su sacratísimo cuerpo fue formado en las entrañas de la Inmaculada virgen María. Por esa razón, amigos y amigas que me escuchan, honramos a la virgen María. Ella formó y trajo al mundo al que nos redimió de nuestros pecados. Honramos a la virgen María, hermano y hermana radioyentes, porque ella es la madre del hombre más importante del mundo. Con razón honramos a las madres de los grandes héroes, de los grandes campeones y de los grandes sabios, y la virgen María es la madre del campeón de todos los campeones, del rey de todos los reyes, y del más sabio y bondadoso de todos nuestros amigos: nuestro señor Jesús.¿ Entonces hermano y hermana radioyentes ,porque no honrar con todos los honores posibles a la madre del más grande personaje de todos los siglos: a la madre de nuestro señor Jesucristo? Por eso algunos hermanitos separados, están en un gran error. Ellos honran a la madre de todos sus amigos, menos a la madre de su mejor amigo: Jesucristo. Honran y veneran a las madres de los héroes y más famoso personaje de todos los tiempos: nuestro señor Jesucristo. A la madre de nuestro señor debemos honrarla y debemos creer en su intercesión porque María es la Inmaculada virgen madre de nuestro señor Jesucristo y a través de ella encontramos, en Jesús su hijo la intercesión necesaria para que todos tus experimentos sean provistos por amor al señor .Animo, gozo, alegría…”.( Tomado de la ORACIÓN “CREER Y HONRAR A MARÍA”.POR PROF.DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES 07 MAYO DE 1998.TRALADADA A LA RED EN JUEVES 25 DE JUNIO DE 2009. (Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radio eléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: JUEVES 25 DE JUNIO DE 2009).

En refuerzo a nuestras reflexiones, traigamos un Documento importante, que consiste en una Carta cuya autoría es atribuida al Cardenal Norberto Rivera | Fuente: Catholic.net, cuyo contenido podrán los lectores leer y analizar, para cuyo efecto la transcribimos, tal y como aparece en su fuente:



“El Avemaría es seguramente una de las primeras oraciones que aprendimos cuando éramos niños. Es una oración sencilla, un diálogo muy sincero nacido del corazón, un saludo cariñoso a nuestra Madre del Cielo.

Recoge las mismas palabras del saludo del ángel en la Anunciación (Lucas 1, 28) y
del saludo de Isabel (Lucas 1, 42), y después añade nuestra petición de intercesión confiada a su corazón amantísimo. En el sigo XVI se añadió la frase final: “ahora y en la hora de nuestra muerte”. Todo ello forma una riquísima oración llena de significado.

El Avemaría es una oración vocal, es decir, que se hace repitiendo palabras, recitando fórmulas, pero no por esto es menos intensa, menos personal.

Podemos decir que el Avemaría y el Rosario son las dos grandes expresiones de la devoción cristiana a la Santísima Virgen. Pero la devoción no se queda sólo ahí.

En el Avemaría, descubrimos dos actitudes de la oración de la Iglesia centradas en la persona de Cristo y apoyadas en la singular cooperación de María a la acción del Espíritu Santo (Cf Catecismo de la Iglesia Católica 2675).

La primera actitud es la de unirse al agradecimiento de la Santísima Virgen por los beneficios recibidos de Dios (“llena eres de gracia”, “el Señor es contigo”, “bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús”) y la segunda es el confiar a María Santísima nuestra oración uniéndola a la suya (“ruega por nosotros, pecadores”).

Para explicar esta oración es muy útil seguir los números 2676 y 2677 del Catecismo de la Iglesia Católica.

1. En la primera parte de la oración se recoge el saludo del ángel, del enviado del Señor. Es una alabanza en la que usamos las mismas palabras del embajador de Dios. Es Dios mismo quien, por mediación de su ángel, saluda a María. Nuestra oración se atreve a recoger el saludo a María con la mirada que Dios ha puesto sobre su humilde esclava y a alegrarnos con el gozo que Dios encuentra en ella.

"Llena eres de gracia, el Señor es contigo":

Las dos palabras del saludo del ángel se aclaran mutuamente. María es la llena de gracia porque el Señor está con ella. La gracia de la que está colmada es la presencia de Aquél que es la fuente de toda gracia.

María, en quien va a habitar el Señor, es en persona la hija de Sión, el Arca de la Alianza, el lugar donde reside la Gloria del Señor: ella es "la morada de Dios entre los hombres" (Apocalipsis 21, 3). "Llena de gracia", se ha dado toda al que viene a habitar en ella y al que ella entregará al mundo.

2. A continuación, en el Avemaría se añade el saludo de Santa Isabel: "Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". Isabel dice estas palabras llena del Espíritu Santo (Cf Lucas 1, 41), y así se convierte en la primera persona dentro de la larga serie de las generaciones que llaman y llamarán bienaventurada a María (Cf Lucas 1, 48): "Bienaventurada la que ha creído..." (Lucas 1, 45); María es "bendita entre todas las mujeres" porque ha creído en el cumplimiento de la palabra del Señor.

Abraham, por su fe, se convirtió en bendición para todas las "naciones de la tierra" (Génesis 12, 3). Por su fe, María vino a ser la madre de los creyentes, gracias a la cual todas las naciones de la tierra reciben a Aquél que es la bendición misma de Dios: "Jesús el fruto bendito de tu vientre".

El Papa Juan Pablo II nos explica muy bien el contenido de este saludo de Isabel a su prima en el número 12 de la Carta Encíclica Redemptoris Mater:

3. Después, el Avemaría continúa con nuestra petición: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros..." Con Isabel, nos maravillamos y decimos: “¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?" (Lucas 1 ,43).

María nos entrega a Jesús, su Hijo, que muere por nosotros y por nuestra salvación en la cruz y, desde esa misma cruz, Jesucristo nos da a María como Madre nuestra (Cf Juan 19, 26-28); María es madre de Dios y madre nuestra, y por eso podemos confiarle todos nuestros cuidados y nuestras peticiones, porque sabemos que Dios no le va a negar nada (Cf Juan 2, 3-5) y al mismo tiempo confiamos en que tampoco nos lo va a negar a nosotros si es para nuestro bien.
María Santísima reza por nosotros como ella oró por sí misma: "Hágase en mí según tu palabra" (Lucas 1,38). Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella en la voluntad de Dios: "Haced lo que Él os diga" (Cf Juan 2, 5).
"Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la "Madre de la Misericordia", a la Toda Santa.
Nos ponemos en sus manos "ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se ensancha para entregarle desde ahora, "la hora de nuestra muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte de su Hijo al pie de la cruz y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como madre nuestra para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso, a nuestra felicidad eterna en el pleno y eterno amor de Dios”. (Autor: Carta del Cardenal Norberto Rivera | Fuente: Catholic.net)



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"MARGINAR A LA VIRGEN MARÍA DE SU SANTIDAD Y AUXILIO EN LA SALVACIÓN HUMANA ,ES NEGAR LA EXISTENCIA DEL MISMÍSIMO JESUCRISTO,EL HIJO DE DIOS Y SALVADOR NUESTRO".MEGF.(VIERNES 14 DE MAYO DE 2010)


Para citar este artículo: si se tratase del caso ejemplificado
GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia?. Maracaibo, Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: http://www.inemegf.blogspot.com)
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