sábado, 12 de abril de 2008

"ORACIÓN DEL SILENCIO"

Título
“ORACIÓN DELSILENCIO “
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO-ESTADO ZULIA-VENEZUELA-AMÉRICA DEL SUR.
IMPRESA: SÁBADO 12 DE ABRIL DE 2008. HORA: 03 Y 40 PM.
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL: JUEVES 03 DESEPTIEMBRE 1998


Oración y Comentarios

Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor

Maracaibo, SÁBADO 12 de Abril de 2008

(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).


O R A C I Ó N
Señor padre mío, en este momento tan especial con la más profunda calma, mi alma quiero abrirte. Sientome agradecido y feliz por el bien que me hace este momento de silencio. Señor padre mío, no siempre supe valorar la gracia de tu compañía tan llena de paz. Sin necesidad me entregué a la agitación ruidosa y febril que me alejó de ti y de mi mismo. Señor padre mío, me recojo en el abrazo de tu silencio para captar mejor la suavidad de tu presencia y la energía de tu amor. El silencio que me invade, me llena por entero. Devuélveme el significado último de mí ser delante de ti. Señor padre mío, fortaléceme siempre con tu silencio, para que en paz pueda construir toda mi vida. Amén y amén
C O M E N T A R I O
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Es indefinible la emoción que se siente cuando nos situamos en la presencia del Señor, y conversar con el para agradecerle en esta mañana y todas la mañanas de nuestra vida: el halo de vida y la fortaleza, gracia y amor que el nos ofrece. Esta mañana hermano y hermana radioyente, es necesario que reflexionemos sobre lo útil que es hacer breves silencios en nuestra vida cotidiana, porque conviene a veces escuchar -- y yo diría mejor-- saber escuchar. Una de las características de esta sociedad de final de siglo y final del milenio, en su bullicio. Es el ruido. Es la característica de no escuchar. Pareciéramos que todos y cada uno de nosotros tuviésemos un mundo separado al mundo global. Separados de ese mundo global, y lo que más grave separados del mundo espiritual. Debemos conversar con el Señor. Y el mejor ambiente para hacerlo es el silencio, para qué Dios pueda manifestar su palabra clara y nítida y nosotros podamos escucharla sin el bullicio de la gente o de la ciudad. Vengan a mí los que se sienten cargados y agobiados porque yo los aliviaré. Así se lee en el evangelio según san Mateo capítulo 11 verso 28 .Piensa siempre hermano y hermana radioyente en la felicidad de creer en un Dios tan padre, tan amigo y tan hermano que se inclina ante tus cansancios, tus tristezas, tus penas, tus dificultades, para ofrecerte su alivio y su amparo. No eres tú el que suplica que te ampare. No, es el mismo Dios el que viene a tu encuentro. Y te invita a que le confíes tus problemas y el te garantizará su protección. Confiemos siempre en el Señor. Amigo y amiga radioyente una de las virtudes humanas más importante es el sentido común, y este no exige que la persona sea erudita ni que pertenezca a una u otra categoría social. El sentido común es aquella capacidad natural de ver las cosas como son y de hacerlas como deben ser hechas. Es cuestión de equilibrio moral, ese equilibrio que no se aprende en los libros, si no en el día a día, y en el permanente contacto con los problemas de cada uno. El sentido común es la manera de enfrentar y resolver con sencillez aquello que parece difícil. Amigo y amiga radioyente ser cristiano es dar testimonio de amor, de verdad y de justicia, con la certeza de que amor, verdad y justicia son el propio contenido esencial de Dios. No tiene ningún significado vivir, con el nombre de Dios en la boca, si tu lo tienes lejos de tu corazón. Vida cristiana es testimonio, es mensaje, es presencia, es amor fraterno bien practicado. Cristiano es aquél que intenta descubrir a Cristo en cada pobre que ve, en cada enfermo que visita, en cada hermano que abraza. Ánimo, gozo alegría




N O T A D E L A U T O R


Amigos y amigas, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.

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