martes, 6 de enero de 2015

ADALBERTO PORTILLO… “VIVIÓ TAL Y COMO MURIÓ, DE UN MODO SENCILLO, Y CON ESTA SENCILLEZ, LE DEJÓ A LA VIDA MENSAJES IMPORTANTES”. ARTICULO.- POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com .MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA EN RED MARTES 06 DE ENERO DE 2015.




ADALBERTO PORTILLO… “VIVIÓ TAL Y COMO MURIÓ, DE UN MODO SENCILLO, Y CON ESTA SENCILLEZ, LE DEJÓ A LA VIDA MENSAJES IMPORTANTES”. ARTICULO.- POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com .MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA EN RED MARTES 06 DE ENERO DE 2015.





IMAGEN UNO: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…


"TIO ADALBERTO ENFRENTÓ LAS ADVERSIDADES DE SU EXISTENCIA COMO MEJOR PUDO, Y CON LAS POCAS HERRAMIENTAS CON LAS QUE  LA VIDA LE PROVEYÓ".PROF.DR.MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. (MEGF) MARTES 06 DE ENERO DE 2015.


ADALBERTO PORTILLO… “VIVIÓ TAL Y COMO MURIÓ, DE UN MODO SENCILLO, Y CON ESTA SENCILLEZ, LE DEJÓ A LA VIDA MENSAJES IMPORTANTES”.
POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com .
MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADO Y PUBLICADO EN LA EN RED MARTES 06 DE ENERO DE 2015.



Esta persona de la cual he de contar algunas cosas, también es mi pariente, es mi tío Adalberto Portillo, hijo de mi abuelo Luis Emiro González, pero en otra dama. En consecuencia es hermano de mi difunto padre Adelmo Antonio González Rubio y de mis tíos paternos: Edicta Rosa, Norton Enrique, Clímaco José, Luis Esmeiro y Abdénago Segundo González Rubio. Acostumbraba tío Adalberto a visitarnos por lo menos dos veces cada semana, bien en un día intermedio de la misma, o tal vez el día viernes o el sábado. Debo confesar que no terminó su escuela primaria, tal vez por no tener la presencia orientadora de su padre o de su misma madre, triste ejemplo y situación para un niño que pudo haber llegado más lejos. Aunque por otros motivos, mi padre y sus hermanos (Su padre: mi abuelo Luis Emiro, murió a los cuarenta y siete años de edad, y por supuesto mi padre y mis tíos paternos quedaron en la orfandad a temprana infancia) tampoco pudieron alcanzar grandes metas educativas. Y si,  lograron leer y escribir en buena forma, porque tuvieron la suerte de encontrarse en su camino con maestros muy preocupados, capaces y diligentes, entre ellos el maestro y profesor José Diosgracia Chirinos (Trabajó con las empresas petroleras antes de su nacionalización y allí aprendió perfectamente el idioma inglés, al punto que fue profesor de ese idioma), a quien conocí y traté por varios años y de quien aprendí las estructuras básicas y modismos necesarios para poder escribir y traducir del idioma inglés al castellano. Estos conocimientos, aunque complementarios de mis estudios de secundaria, fueron más importantes en mi formación y me han ayudado hasta el presente en esa área.

Fue tío Adalberto una persona de muy buen humor, no obstante que era considerado por quienes lo trataban, como una persona que no le aceptaba ni por asomo, a nadie, ni insultos, ni ofensas, ni nada que se le pareciera, porque inmediatamente sacaba a relucir su gallardía, su virilidad y un machismo en extremo. Ese machismo que siempre lo acompañó, imagino yo, que podía ser causado por las condiciones del medio ambiente social en el cual se formó y creció como hombre. No sabía leer de manera adecuada, pero esto no fue obstáculo para que pudiera informarse y leer la prensa como podía, todo los días, de manera que su ignorancia (Y no lo digo en forma peyorativa, sino más bien de manera comprensiva y, un poco para poder entender su personalidad, amén de que yo le quise y amé como a mis otros tíos paternos, sin ningún tipo de discriminación ni diferencia) fue reduciéndose a medida que iba creciendo y que se relacionaba con otras personas con un poquito mayor de cultura.
Su vida se desarrolló en el mundo del comercio y distribución platanera, en la cual era toda una autoridad, conocía de esa actividad y del fruto mismo del plátano; las diversas áreas que la componían y los secretos para la determinación de la calidad del plátano e igualmente de las condiciones más favorables para su distribución y venta, para que de esta forma se pudiera obtener una mayor ganancia, sin dañar a los compradores y a los otros actores vinculados en esa actividad mercantil.

Mi tía Edicta, tiíta, nos acostumbró a hacer las compras de alimentos y de los otros productos necesarios en cualquier casa y en cualquier familia, en los puntos en los cuales se expendían, para obtener un producto de mayor calidad y a buen precio y consecuencialmente aprender sobre la calidad, condiciones y buen estado de lo que se iba a comprar, es obvio suponer que de esa manera también aprendíamos a lograr el mejor precio del mercado. La visita al puesto de tío Adalberto, para adquirir los plátanos, era obligatoria, de allí que el compartió con nosotros “la ciencia de saber cuál era el mejor plátano y el precio que podíamos pagar por este fruto. También nos enseñó, cuando él no los tenía, a que otros comerciantes del sector debíamos contactar para comprarlos. Del mismo modo aprendimos de tío Adalberto el conocimiento sobre otras áreas de la compra y venta de alimentos de consumo masivo, y esto nos permitió hacer siempre algunos ahorros que nunca estuvieron demás. En cuanto a su vida familiar, nos trataba con mucho cariño y a mi abuela Ana Delia la llamaba cariñosamente “Madela”, entendiendo que quería apocopar la frase “Mama Ana Delia”. Adoraba a mi tía Edicta, la respetaba, sin que ello significara, que no quisiese a mi padre y a sus hermanos. Fue hombre humilde y de costumbres muy sencillas, gente del pueblo, a pesar de vivir en la ciudad y de haber nacido en ella, siempre se mostró y se comportó campechanamente, fue una persona muy solidaria y siempre estaba dispuesto ayudar a quien lo necesitaba, a pesar de que nunca tuvo medios de fortuna elevados, y poseer una familia llena de muchos hijos, a los cuales tuvo que mantener haciendo grandes esfuerzos.
Como cualquier trabajador, disfrutaba de tomar alguna cervecitas por lo menos una vez a la semana y cuando lo hacía procuraba ir al ranchito donde nací y después a la modesta casa que luego se construyó para sustituirlo, y allí departía con mi padre y mis tíos, incluyendo a mamacita (mi madre Amalia del Carmen Fuenmayor Urdaneta). Por cierto que de esa época recuerdo que tío Adalberto en lugar de decir “voy a tomarme una cervecita, sustituía esa expresión por “voy a echarme un flausazo”. Frase que hoy, me vengo enterar, y sólo es una especulación, podría deberse a comparar la flauta con una botella de cerveza, y por el acto que el músico o flautista debía realizar: llevarse la flauta a la boca para poderla ejecutar, lo mismo que hace una persona para disfrutar a pico de botella una buena cervecita.

La sencillez, la humildad y esa condición de simpleza que caracterizan a los grandes espíritus, fueron legado de tío Adalberto. En el observamos una persona que como decimos en Maracaibo “nunca tuvo a menos de nadie”, “nunca se creyó mejor que nadie”, pero” tampoco se consideró inferior a nadie”.

Hoy después de más de una década de su desaparición física, le hago este reconocimiento y le ofrezco mi gratitud en nombre de mi familia por sus enseñanzas y los hermosos y muy gratos momentos que compartimos con él. Dondequiera que hoy se encuentre, estoy seguro, está recibiendo las bendiciones de Dios y la protección de nuestra virgen Madre María Madre de Dios y Madre nuestra. Te amamos y te recordaremos siempre tío Adalberto, en unión de mi padre, madre, tía y tíos que partieron ya, estás disfrutando de una resurrección anticipada y en nuestras oraciones siempre estarás para que tu alma este siempre saturada de la luz divina que Dios te está prodigando.


Reconocimiento que te hacemos la familia González Rubio y la familia González Fuenmayor, especialmente de tu sobrino:
Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor. Redactado a las diez y doce minutos del mediodía, del 06 de enero de 2015. En Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela. América del Sur.





ADALBERTO PORTILLO… “VIVIÓ TAL Y COMO MURIÓ, DE UN MODO SENCILLO, Y CON ESTA SENCILLEZ, LE DEJÓ A LA VIDA MENSAJES IMPORTANTES”. ARTICULO.- POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com .MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA EN RED MARTES 06 DE ENERO DE 2015.





IMAGEN UNO: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…


Para  citar este artículo: si se tratase del caso ejemplificado:

GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia? Maracaibo, Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: )
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