ARTÍCULO. –“TÍO CLÍMACO:  DON CLÍMACO JOSÉ GONZALEZ RUBIO”. --- EL SERVICIO AL PRÓJIMO HA SIDO EL NORTE DE SU VIDA- - -

“TÍO CLÍMACO:  DON CLÍMACO JOSÉ GONZALEZ RUBIO”.

IMAGEN DOS: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…

“LA GRATITUD ES UNO DE LOS  SENTIMIENTOS QUE  MÁS ACERCA AL HOMBRE A DIOS, Y A OTROS HOMBRES”. PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÀLEZ FUENMAYOR ( MEGF )  MARTES 31 DE DICIEMBRE DE 2013

ARTÍCULO. –“TÍO CLÍMACO:  DON CLÍMACO JOSÉ GONZALEZ RUBIO”.

     --- EL SERVICIO AL PRÓJIMO HA SIDO EL NORTE DE SU VIDA- - -

POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE.GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com.

MARACAIBO-ESTADO ZULIA- REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA  -AMÉRICA DEL SUR.

REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED: MARTES 31  DE  DICIEMBRE DE 2013.

Para algunos de sus sobrinos --- mis primos hermanos--- Tío Clímaco fue “tío quico” porque tuvieron dificultad en la pronunciación Por eso le resultó más fácil llamarlo Tío Quico que Tío Clímaco. En cambio para los sobrinos (Que fuimos los primeros) que nos criamos con él, no fue nada difícil llamarlo correctamente “Tío Clímaco”. Pienso que la razón que mis recuerdos me señalan, estriba en que pasando nosotros --- sus sobrinos mayores,  mucho tiempo con él, este tomó la disposición y la actitud --- como veremos más adelante no fue el único---  armado de mucha paciencia,  de obligarnos a repetir su nombre, de manera que nos dirigiéramos a él cómo Tío Clímaco. El lector podrá preguntarse y porque los otros Tíos tuvieron apelativos, tales como Tóoto (Tío Norton), Tío Ello (Tío Luis Esmeiro), Tatío (Abdénago) y nuestra Tiíta (Edicta Rosa). Probablemente, estos no tuvieron la gran paciencia y/o tiempo de hacernos repetir hasta el cansancio  sus nombres, para que en definitiva pudiésemos llamarlos exactamente por sus nombres. Así lo recuerdo. Lo mismo que la única excepción a este razonamiento y evocación estuvo con Tiíta, en virtud de que sabiendo ya nosotros , sus sobrinos mayores (Cuando hablo de sus sobrinos mayores me estoy refiriendo a los cinco hijos de Amalia y de Adelmo), pronunciar su nombre, el de Tía Edicta, ella con profundos gestos y actos amorosos nos indicaba que era mejor llamarla “Tiíta” que “Tía Edicta , que resultaba en mas chiquita, más en diminutivo, y más tierna y afectiva, que llamarla por su nombre: Tía Edicta. Es otro episodio de una gran ternura, debido a que esta forma de tratarla proyectaba según ella más amor y mayor sentido de pertenencia hacia su persona.

Hablar de Clímaco José González Rubio es abordar a un ser humano cargado de muy buenos sentimientos, temeroso del Señor, amante y venerante de la virgen Madre María  y fiel visitante de las fiestas patronales de la virgen del Carmen en la Palmarejo, y oferente de un ramo de flores que le obsequiaba y presentaba a la imagen de la virgen el día de su santidad. Es tratarlo  como a un sujeto dispuesto a servirle no solamente a los suyos, a sus parientes cercanos y lejanos, es servirle a cualquier persona que lo necesite y que se encuentra en penas, falencias, tribulaciones, carente de alimentos o de recursos económicos para proveérselos, en fin es colaborar con  cualquier ser humano que necesite de una ayuda bien sea económica, de orientación o que necesite el buen consejo para vivir en paz con Dios y con la humanidad. Ese es mi “Tío Clímaco”, siempre buscándole la vuelta a las cosas para que estas resulten en lo mejor. Fue un buen hijo, es un gran Padre aunque a veces incomprendido. Pero más que un tío para mí: Mervy Enrique y para mis Hermanos: Wilhert Antonio, Adelmo Antonio, Magly José, y Enio de Jesús González Fuenmayor fue y es  un gran Padre, que nos sigue mereciendo un infinito amor, un ilimitado respeto, un agradecimiento más allá de lo indecible y una reciprocidad que jamás deberemos perder para con él. Sus relaciones humanas, son de una apreciación que desborda cualquier número y valor,  y que podrían ubicarse en la cúspide del ideal humano. Quien tiene a Tío Clímaco como amigo, posee un gran tesoro, en vista de que más que un amigo Tío Clímaco, en las relaciones de amistad actuó y actúa como un hermano, sin límites, sin medias tintas, sus actos están barnizados por una sinceridad que es difícil encontrar en este mundo decadente y en esta sociedad para la cual lo más importante es el dinero, el interés particular, lo terrenal, el beneficio propio y la filosofía de ganar-ganar, independientemente del daño que se le pueda causar a otro ser humano. Mi tío Clímaco es un varón en el sentido bíblico del término. En él, encontramos ejemplo de justicia, de sinceridad, de comprensión, de inteligencia, de apego a las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, de apóstol al servicio de los demás y de extraordinaria reciprocidad en lo material, en lo espiritual y en lo social.

En mi caso particular he tenido en mi Tío Clímaco un bastón, un cayado, un mentor, un  orientador,  un recipiente donde sorbí grandes enseñanzas y fundamentalmente una bitácora existencial, ya que tío Clímaco me enseñó desde la infancia que la educación es la herramienta más importante que tiene el ser humano para lograr  superarse, mejorar y ascender en el plano espiritual, social, material y poder a través de un empleo cómodo , servir a lo mejor de fines de la humanidad y prestar ayuda a otras personas; a subsanar sus necesidades y carencias,  y por todo ello… por añadidura poder recibir el reconocimiento de lo demás, que por cierto me decía, no es lo más importante, sino la circunstancia de poder ayudar a los suyos y al prójimo como a ti mismo. Este último consejo es el mínimo común denominador de mis cinco Padres y de mis tres Madres, de la Familia González Rubio y hoy de la nuestra: la Familia González Fuenmayor. Ya lo he dicho y escrito en varias oportunidades anteriores, sin que me canse de repetirlo de manera insaciable, hasta el infinito cansancio, procurando que jamás se me olvide y se le olvide a los demás.

Mi tío Clímaco se ha caracterizado desde muy joven por el querer y el poder de aspirar a poseer relaciones sociales, particulares, comerciales, sociales, religiosas  y de otra índole con un grado mayor a la condición económica en la cual estuvo  insertado durante toda su vida. Es un hecho notorio que cuando tío Clímaco consiguió su primer empleo que le permitiría obtener un salario más o menos aproximado a lo justo, comenzó a relacionarse con gente muy ligada a los sectores económicos predominantes en el área de la construcción y mayormente en la de las ventas en general, trabajó con la empresa “El Diamante”, una de las más grandes de la zona occidental. Esto  le sirvió para conocer y vincularse con personas y empresas que a la larga le trajeron grandes beneficios,  ya que al salir de aquella empresa se vinculó con una muy importante denominada Febres y Gómez en la que se desempeñó como gerente o al menos desarrollaba funciones como tal. Dividida la sociedad entre Sr. Febres y el Sr. Gómez, mi tío Clímaco se quedó como gerente de la empresa del Sr. Febres la cual tenía como razón social: “Febres y Compañía”. En esta subió un peldaño más, ya que su sueldo era mayor, la posibilidad de vincularse con sectores más poderosos en lo económico y en la construcción pudo concretarse de manera más frecuente. Estas circunstancias aunadas a su condición de socio industrial del Sr. Febres, permitieron que mi tío Clímaco pudiera cumplir una de sus metas, al finalizar aquella relación laboro-mercantil: crear una compañía propia. Y así ocurrió. Sí mis recuerdos son fieles a la realidad, para el año 1970  o 1971 (Lo recuerdo por cuanto para esa fecha en el año 1970 ingrese a iniciar mis estudios universitarios en la Facultad de Derecho de la Universidad del Zulia), mi tío Clímaco dio origen y fundó la Ferretería:”C.GONZALEZ RUBIO.SRL” situada en la calle 67 (avenida Cecilio Acosta) a una cuadra de la Avenida las Delicias, en la ciudad de Maracaibo Estado Zulia. Desafortunadamente las fallas de algunos de los proveedores no permitieron que esa Ferretería se mantuviera en el tiempo, por más allá de dos años aproximadamente. Esto fue un golpe muy duro para tío Clímaco quien se mantuvo alejado de la actividad ferretera por algún tiempo, para que con posterioridad como dicen los vendedores: “ cogió de nuevo el maletín” para trabajar como vendedor para varias empresas locales y nacionales. En ellas permaneció durante algún tiempo y luego se dedicó a trabajar por su cuenta y hoy está en el retiro.

Mi Tío Clímaco apenas empezó a trabajar formalmente se distinguió en  el barrio, en la comunidad y en todo nuestro Estado Zulia,  además de sus dotes personales, algunas de las cuales ya hemos mencionado en párrafos anteriores, se destacó por vestir muy bien. Apenas si llegaba el viernes ya se vestía con su flux completo y salía a relacionarse con la gente  acomodada de la ciudad, ya para esa época poseía vehículo, por cierto uno de de ellos  fue una camioneta ranchera ( Valiant , Color gris de cuatro puertas) que le compró a su anterior dueño , el Señor Febres, su socio capitalista en la Ferretería Febres y Compañía, ubicada, si mis recuerdos me son fieles, en la Calle 79 a media cuadra de la Avenida 3Y( San Martin)  en la ciudad de Maracaibo. Tío Clímaco visitaba los mejores restaurantes, clubes y asociaciones de la ciudad. Por cierto que llegó  a ser Miembro y Directivo de la Cámara Junior de Maracaibo, presidida para la oportunidad por el colega y amigo: Dr. Régulo Abreu Fuenmayor, el cual ocupó en su debido momento  la Secretaría de Gobierno del Estado Zulia, en la década de los años ochenta del siglo pasado, durante el gobierno del Presidente Luis Herrera Campins, ambos fallecidos.

En nuestra familia González Rubio a todos les gustaba trajearse bien, mi Tiita fue muy femenina, le gustaban los buenos perfumes, una excelente vestimenta, usar calzados de tacones altos , muy bonitos,  y permanecer muy bien  arreglada. Recordemos que durante 47 o más años (No puedo precisar el tiempo exacto) laboró para la Compañía Nacional Teléfonos de Venezuela: C.A.N.TV. Subsistente al tiempo presente. Lo mismo acontecía con papacito, Tóoto, Tío Ello y Tatío .Estos dos últimos usaron mayormente fluxes, Tatío en razón de su condición de funcionario público y Tío Ello porque dedicaba los fines de semana a visitar restaurantes, sitios de espectáculos, exhibiciones, etc., siempre acompañados de su familia. Papacito y Tóoto eran más afectos a transitar con corbata.

Los viajes a Palmarejo en la Costa Oriental del Lago siempre fueron el compromiso más firme de mi Tío Clímaco. Allí se hizo novio de Josefina “Pipina “ Pirela a la que conoció en los ALMACENES MCGREGOR, situados en pleno centro de la ciudad de Maracaibo y en los que era “jefecito” Abdénago Rubio Montero, su primo hermano más querido. Pipina asumió el madrinazgo de mi hermano Enio de Jesús González Fuenmayor (el menor de mis hermanos de padre y madre), dicho sea de paso ese noviazgo no terminó en matrimonio, aunque permaneció como noviazgo por casi una década. Aquí es conveniente resaltar las condiciones de gran mujer, honrada, decente, honesta y muy familiar de Josefina “Pipina” Pirela y de su señora madre, de su señor padre, y de sus hermanos y hermanas: Crisógeno, Armando, Beto, Man y otros u otras  que no recuerdo, pero que son destinatarios ---todos los miembros de esa familia--- de  mis particulares sentimientos de mucho afecto, cariño y respeto, por ser una honorable, respetable y muy querida familia.

Cuando no se había construido el Puente sobre el Lago de Maracaibo, Rafael Urdaneta, la travesía de Maracaibo a Palmarejo se efectuaba en Ferry Boats, conocidos simplemente como Ferrys, y cuya dirección ocupo la COMPAÑÍA TRANSLACUSTRE DE MARACAIBO, contaba con una flotilla de unidades más o menos aceptable, y sus traslados tanto de vehículos y personas, constituían todo un espectáculo tanto en el día como en la noche, pues permitía a sus usuarios disfrutar de las bellezas de nuestro hermoso lago de Maracaibo y las titilantes escenas  nocturnas de un Maracaibo que ya nunca volverán.

Todos los domingos mi Tío Clímaco se trasladaba a Palmarejo a visitar a su novia Pipina y a divertirse sanamente en los balnearios y negocios existentes en ese tiempo. Tuvo allí un tío de Pipina el famoso “BALNEARIO VERACRUZ, de grato recuerdo, en el que se presentaban diversas orquestas y grupos musicales, artistas, nacionales e internacionales y además se podía bailar, pues contaba con una gran pista de baile. Yo me anotaba en esos viajes y no había amanecido bien el día domingo, yo ya estaba vestido para ir en ese paseo en los ferrys, para lo cual despertaba muy temprano a mi Tío Clímaco, para no llamar la atención de mis hermanos, pues no todos podíamos ir (éramos cinco hermanos) y se tornaba para Tío Clímaco muy difícil cuidarnos  a todos. Por esta razón iba rotando cada domingo a quienes iríamos en el ferry a Palmarejo. El lector podrá concluir que yo nunca “pelé” un viaje”, por el privilegio que aún conservo de ser el sobrino mayor mi Tío Clímaco (Y lo digo sin rubor alguno, ser uno de sus más queridos sobrinos, tal vez por ser el mayor de ellos). Como un inciso , he de recordar que en tales ferrys se la pasaba  muy bien, eran embarcaciones muy cómodas,  confortables, en esos ferrys ,   como ya he dicho anteriormente se transportaban personas y vehículos desde la costa de la ciudad de Maracaibo hasta la costa oriental del lago , y llegaban al atracadero , muelle o terminal de la COMPAÑÍA  TRANSLACUSTRE DE MARACAIBO. En su interior existía una Fuente de Soda-Restaurante en el que se servían comidas y licores de diferente clase. Algunos fueron bautizados con el nombre de “CACIQUE”, “MARACAIBO”, etc.

Con nuestro tío Clímaco cada uno de sus cinco sobrinos mayores aprendimos a conocer nuestra ciudad de Maracaibo. El, apenas tuvo vehículo y sabiendo del grado de restricciones y de severa crianza de nosotros (no nos dejaban salir de la casa solos), aprovechaba cada momento del cual dispusiera para “embarcarnos” en su  carro o camioneta ,puesto que poseyó de ambos tipos,  y nos paseaba por los principales lugares históricos y de moda de la capital Zuliana : Maracaibo. Conocimos el antiguo aeropuerto de Maracaibo, allí disfrutamos de helados y los que hoy llaman “comida rápida”. Para mí fue impresionante ver el primer avión despegando o aterrizando. Conocimos la Casa de Rafael Urdaneta, la Plaza de la República, Playa Azul, algunas Fuentes de Soda de las llamadas en su época “Los Todos” que se ubicaban o formaban parte de los “Supermercados Todos” que fue una Cadena de Supermercados de origen internacional y que según muchos perteneció a la familia norteamericana Rockefeller, del cual uno de sus integrantes fue Presidente del CHASE MANHHATTAN BANK, uno de los bancos más importantes hasta el más pasado reciente, del mundo de las finanzas. La Calle Celis, el templo de San Juan de Dios o la basílica de la Chiquinquirá en  cual le se guarda la Imagen de nuestra Patrona “La Chinita”, la Avenida Bella Vista, Las Delicias, El Milagro, Los Haticos Por Arriba y Los Haticos Por Debajo, Sabaneta, la playa de Santa Fe, Puerto Caballo, El Pasaje Venecia: en la vía hacia el Mojan, en el cual disfrutábamos del pescado frito más sabroso que se vendía en Maracaibo. También comimos en “La Hoyada”, sitio que estuvo de moda en Maracaibo durante la década del 60, 70 y 80 del siglo pasado. Restaurante que estuvo ubicado al final de la avenida Bella Vista. En General fueron muchísimos los sitios. En General fueron muchísimos los sitios de nuestra Maracaibo que conocimos gracias a tío Clímaco, a su generosidad, a su disposición y a ese gran amor que siempre ha tenido por nosotros. He dejado para el final los paseos que tío Clímaco nos brindaba por la calle de  Las Veritas. Durante ese paseo la generosidad de nuestro querido tío Clímaco se extremaba, la razón: en esa zona vivía Pipina, su novia. Los helados, las arepitas, los sándwiches y refrescos revoloteaban, gracias al bolsillo de los pantalones de mi tío Clímaco. Con los años, cuando fui creciendo y sobre todo los fines de semana, mi tío Clímaco visitaba, con acentuada  frecuencia un negocio que se llamó: “Café Roosevelt”, situado muy cerca del Cine-Teatro Tropical. Allí cuando pude ingresar me percaté de que era un lugar muy ameno visitado por los parroquianos en el que compartían la mesa del dominó, la de billar, la música que alegremente despedía la rocola con los discos de moda, acompañada por la ingesta de bebidas espirituosas especialmente “las llamadas friitas”. Tío Clímaco fue amigo de confianza del dueño del negocio y de su mano derecha: “El Guajiro”, siendo su dueño el Señor Atilio Cepeda, de quien los parroquianos afirmaban que anotaba el número de cervezas que cada uno de ellos ingería: “con un tenedor”, “debido a que sí se tomaba una cerveza le anotaba tres”.

Nunca tendremos sus sobrinos mayores como pagarle a este gran hombre, a esta persona dada sin límites a los demás y especialmente a nosotros, pues en la salud, en la enfermedad siempre nos dio y seguramente no dará permanentemente  su apoyo. Aunque suene duro decirlo: “ con tío Clímaco conocimos otro tipo de gente , distinta a la del entorno en el cual nos estábamos criando, conocimos “la otra gente”, la que tiene el dinero, la que habita y come en los mejores lugares, la que disfruta de los privilegios que la sociedad obsequia a sus mejores hombres y mujeres. A través de tío Clímaco, particularmente conocí y aun sigo conociendo, en este tránsito hacia los 40 años de graduado como abogado y diecisiete de haberme doctorado en derecho, a gente muy importante desde el punto de vista profesional, académico, social e incluso en el territorio clerical. Recuerdo claramente las intenciones de mi tío Clímaco de inscribirme, cuando aprobé el sexto grado, en  alguno de los colegios más importantes de la ciudad de Maracaibo: Los Maristas o el Colegio Gonzaga. Lastimosamente  los recursos económicos no le ayudaron a cumplir con este sueño. No obstante su acicate me llevó a graduarme de abogado y después doctorarme en la Ciencia del Derecho, uno de los más sentidos, apreciados y deseados títulos ,con las cuales mi tío Clímaco se siente satisfecho y muy orgulloso ,pero más yo no por no haberlo defraudado y por permitirme ocupar dentro de la sociedad zuliana un pequeño lugar en su historia pues aunque se escuche como vanidad---confieso que no lo es----dentro de los diversos títulos  y reconocimientos que la universidad  y otras instituciones me ha otorgado, el más importante es el de haber sido designado hace más de una década como “Hijo Ilustre De Maracaibo” que es la consecuencia de haber obtenido por parte de la Municipalidad Maracaibera , el premio u orden: “ San Sebastián de Maracaibo”. En este pequeño resumen de mis actividades, están las manos coadyuvantes, los amores, la solidaridad el apoyo y los deseos de mis cinco Padres y de mis tres Madres, pero especialmente la de mi tío Clímaco, quien mañanita tras mañanita, noche tras noche, día tras día , me formó sólidamente la idea de superación en todos los campos y el cumplimiento de metas y objetivos superiores, que  he cumplido y trataré de cumplir en el futuro,  si Dios y la Virgen Santísima de la Chinita, así lo dispusieren. Este pequeño testimonio, éste  recuerdo que hoy escribo para la posteridad no persigue incluir todas las cosas buenas, todos las actitudes para que toda nuestra familia fuese mejor, por parte de un hombre cuya estatura se pierde en el ir y venir de la historia de cada comunidad, las actitudes de mi tío Clímaco ,un gran hombre que nos enseñó que todos tenemos derecho a vivir mejor, que tomó la iniciativa de derrumbar el ranchito en el cual vivimos unos cuantos años, para sustituirlo por una vivienda decente y con todas sus comodidades. En la dificultad la presencia de tío Clímaco fue vital para su solución. Como ya se ha dicho en párrafos anteriores su bonhomía, su amor por la justicia, su apoyo a los más necesitados ,está fuera de toda duda y es esto lo que constituyen  algunas de las razones por las cuales ni permito ni permitiré que los cultores de la de la mentira, los embaucadores, los manipuladores de sentimientos, pretendan mancillar el nombre, el prestigio, el patrimonio moral de Clímaco José González Rubio un gran ser humano, un soldado de la paz y del amor fraterno, un individuo creyente en Dios y practicante de su doctrina y de sus enseñanzas y quien como todos los seres humanos podrá haber tenido alguna que otra mala tarde o mal día ¿pero quién de nosotros no la ha tenido?

Quisiera continuar escribiendo sobre ti mi tío Clímaco, los recuerdos se encuentran apiñados en el corredor de mi mente, pero lo dejó hasta aquí y coloco a mi Señor  Jesucristo como testigo de tus obras, de tus acciones, de tus amores, de tus afectos,  así como la condición de víctima que muy pocos saben, te ha tocado vivir. Todos tus sobrinos, los mayores, los hijos de Amalia, te queremos de corazón, te amamos, te seguiremos queriendo y le pedimos a Dios que te siga dando vida para que sigas  con nosotros,  porque tu presencia y tu amor nos hacen mucha falta. Finalmente siendo las cinco y veinte de la mañana del martes 31 de diciembre de 2013, va hacia ti este pensamiento de mi autoría: “ TODOS LOS SERES HUMANOS EN LA VIDA DEBEMOS ENFRENTAR LAS ADVERSIDADES QUE NUESTRA EXISTENCIA NOS PRESENTA, PERO NO TODOS LOS SERES HUMANOS ENFRENTAN LAS ADVERSIDADES DE OTROS, SOLAMENTE LOS HOMBRES GRANDES , ESTÁN LLAMADOS A ESA TAREA. Y VENCER CUALQUIER OBSTÁCULO QUE DIFICULTE LA FELICIDAD, EL DESARROLLO Y LA JUSTICIA, DE LOS QUE NO LA TIENEN”.PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR (MEGF) MARTES 31 DE DICIEMBRE DE 2013”.

REGALO DE TU HIJO (TU SOBRINO MAYOR)

PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR

MARACAIBO, MARTES 31 DE DICIEMBRE DE 2013, CINCO Y TREINTA  MINUTOS DE LA MADRUGADA.

IMAGEN DOS: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…

“LA GRATITUD ES UNO DE LOS  SENTIMIENTOS QUE  MÁS ACERCA AL HOMBRE A DIOS, Y A OTROS HOMBRES”. PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÀLEZ FUENMAYOR ( MEGF )  MARTES 31 DE DICIEMBRE DE 2013

Para  citar este artículo: si se tratase del caso ejemplificado:

GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia? Maracaibo, Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: )

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